Concierto de Los Zigarros en Sevilla: «La banda toca mejor que nunca»

Con esta premisa, el grupo valenciano —que ya lo tiene todo vendido en la Sala Custom— se muestra satisfecho por cómo está siendo la acogida del disco en esta gira: «Está siendo un gustazo increíble, una acogida maravillosa, toda la gira 'sold out'», confiesa Ovidi a ABC de Sevilla. Una sensación en la que tiene mucho peso la conexión con el público: «Sentimos esa conexión con el público más que nunca», confirma el cantante. Por supuesto, el concierto del próximo 9 de febrero en Sevilla no se queda atrás: «Va a ser maravilloso, el público de Sevilla es buenísimo, la sala está llena y va a ser conciertazo».

Tras diez años en la carretera este disco parece situar a Los Zigarros en ese lugar donde uno ya solo puede disfrutar de las vistas: «Lo que nosotros sentimos es que la banda está en su momento más dulce, tanto internamente como con el público. Está toda la gira 'sold out' en recintos cada vez más grandes. Esto es un hito para la banda y un hito para el rock and roll», comenta Ovidi quien, aunque reconoce que la esencia no ha cambiado, explica que sí que ha habido ciertas transformaciones en lo melódico.

Parte de esta evolución es consecuencia de los referentes que han influido en el proceso compositivo: «En 'Acantilados' la verdad es que diría que lo que más he escuchado para escribirlo ha sido música de los 70, que es la década que más me gusta. Por eso los teclados, ese aire entre la guitarra y el teclado, las melodías… Va por ahí».

Además, durante este proceso la banda ha realizado una mudanza de discográfica (ahora en Cultura Rock) y un cambio de productor (ahora Leiva, antes Carlos Raya). Eso sí, confirma Ovidi, su forma de componer no se ha visto alterada: «Haces canciones y cuando crees que tienes un grupo bueno lo enseñas. Así suele ser siempre. La diferencia de sonido no fue premeditada. Nosotros nos dejamos hacer y lo que nos gusta lo vamos incluyendo. La cosa es que esta vez han entrado otros sonidos pues porque el cuerpo nos lo pedía, nunca hacemos nada premeditado. Piensa que desde el Price habían pasado tres años. Entonces es normal que dentro de ti sucedan un montón de cosas. Lo lógico es que tus canciones sean distintas también».

Cada disco, producción y gira suponen asimismo un proceso de aprendizaje y para Los Zigarros no iba a ser una excepción: «Esta grabación y esta gira lo han cambiado todo para bien en todos los sentidos. La banda toca mejor que nunca. La respuesta del público es la mejor que hemos tenido. Además hemos abierto la veda para continuar haciendo música excitante y distinta». Aunque si algo no cambia es ese espíritu rock and roll que el grupo abandera desde sus inicios: «Somos lo que somos. Un grupo de la vieja escuela. Hacemos disco de la música que nos gusta. No somos una banda que se nutra de inputs modernos. Vamos a la nuestra. Es nuestra manera de hacerlo y la que nos funciona. Lo cual es maravilloso porque hacemos lo único que sabemos hacer, que es tocar música desde una mirada rock and roll».

De un tiempo a esta parte, y debido a su historia, el rock se ha visto lastrado por la constante comparativa con el género urbano de turno que, con su mera existencia, cuestiona a cada momento su conexión con las generaciones más jóvenes. «El rock ha perdido bastante frescura. La mayoría de rock que se hace, para mi gusto, no es interesante», afirma Ovidi. «Vivimos un momento en el que es más importante la estética musical, los sonidos, que las canciones. Echo de menos en el rock and roll, y ahí incluyo todo lo que sean bandas tocando, las buenas canciones y buenas letras también. Puede que cuando hable de frescura me refiera a eso. Bandas que digan algo».

Entonces, ¿se ha acomodado el rock? ¿Se ha anclado en la estética y la pose? Según Ovidi, «no necesariamente para ser fresco tiene que ser, digamos, incisivo ni contracultural, ni abrasivo. Pero sí, ha perdido por todas partes. Las músicas más radicales tienen menos sentido porque cada vez apetece menos cantarlas o cada vez calan menos porque vivimos instaurados en el confort. Al final, quien más o quien menos, tiene una vida cómoda, y hay menos canción protesta, menos canción incómoda porque realmente vivimos en un mundo bastante cómodo».

Siguiendo las listas de los más escuchados y los números que arrojan las plataformas digitales, el rock podría estar dando señales de caminar un peldaño por debajo de otros géneros. Sin embargo, encima del escenario la realidad para un grupo como Los Zigarros es distinta: «Nosotros nunca nos hemos medido por esos números de escuchas. Para nosotros es otra realidad, la realidad del mundo urbano no tiene nada que ver con nosotros. Nosotros tenemos LPs, ellos hacen singles. Ellos están muy centrados en lo estético, en los vídeos. Nosotros hacemos discos de canciones. Son conceptos distintos».

Además, si hay algo que ha confirmado esta gira a Los Zigarros es que el relevo generacional en el rock and roll es real: «Es algo que todavía no nos había sucedido y es que hay una nueva generación en el público. Hay veinteañeros de repente, ¿sabes? Antes no pasaba y me da mucho gusto que haya gente joven y que haya relevo rockero». Tal y como pasa con el propio género, los rockeros ni se crean ni se destruyen, simplemente se transforman de una generación a otra. El rock perdura, pero el tiempo ya es otro.