«Me estoy viendo ahora en pantalla y me veo arrugada, sí. Pero a mi de la edad lo único que me preocupa es la salud». Así de contundente habló hace unos días la actriz y modelo Laura Sánchez, que se sentaba junto a ... Sonsoles Ónega en 'Y Ahora Sonsoles' (Antena 3) para repasar su carrera profesional y sus vivencias más personales. Ella, a sus 44 años, luce una melena cana abundante de la que se siente muy orgullosa y ha dejado claro que está a favor de aceptar los signos de la edad, el paso del tiempo y las señales del envejecimiento de forma natural.
Sonsoles Ónega le ha sacado el tema, porque en estos meses ha entrevistado a otras súper modelos, como ha sido el caso de Nieves Álvarez, y siempre les ha alabado el que ellas sigan sintiéndose bien pese a que pasa el tiempo y ya no son las top models que conquistaron el mundo. «Es algo que me llama mucho la atención de vosotros. Y bueno, lo del pelo, en tu caso… ¿Es una declaración de intenciones?», le ha dicho a Laura Sánchez. La actriz no ha dudado en hablar alto y claro al respecto: «Lo del pelo es una libertad absoluta, una liberación».
La que fuera una de las modelos más famosas de España, con gran éxito en las pasarelas de todo el mundo, decidió dejar de teñirse y es algo que ha sido muy comentado. Acudió de hecho al plató de Antena 3 con el pelo suelto y blanco, compartiendo lo que significa para ella ese gesto que un día decidió tomar: «Es un mensaje de gustarte mucho, de quererte mucho y amarte mucho».
Laura Sánchez y la diabetes: «La vida te avisa...»
Mientras hablaba, se ha mirado a las pantallas que había repartidas por la estancia, desde donde le grababa el equipo de Sonsoles Ónega. Ella se ha detenido y ha dicho: «Me estoy viendo en pantalla y me veo arrugada, pero a mi es que las arrugas me importan muy poco, muy poco. Lo que me preocupa de la edad es la salud, nada más». Es así que Sonsoles Ónega le ha preguntado por su diagnóstico de diabetes, diabética tipo 1: «Pues es una enfermedad que me diagnosticaron con 40, ¡de regalo!».
Laura Sánchez ha querido detenerse para hablar de ello, porque tiene claro que esa diabetes llegó fruto de «un cuadro de estrés prolongado». «Y ese estrés me lo provocó la no maternidad», ha añadido. Afirmó que se quedó muy sorprendida porque «yo no comía dulces». Fue hace cuatro años que saltaron las alarmas y desde entonces lucha por dar visibilidad a la enfermedad y es embajadora de la diabetes: «La vida te avisa y te dice que lo importante es la salud. Tenemos mucho estrés innecesario».
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