Des
Dennis Nilsen, el macabro asesino en serie que conquistó a una quincena de jóvenes
David Tennat se pone en la piel del asesino en serie, Dennis Nilsen, que conmocionó Reino Unido a principios de los años ochenta en «Des» (Starzplay): «No entiendo cómo pudo asesinar a tantos hombres sin que nadie se diera cuenta»
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Iniciar sesiónEsta trágica historia comenzó con un grupo de vecinos molestos por el olor de unas cañerías. Dennis Nilsen acababa de mudarse al ático. Era un funcionario de 37 años al que no se le conocían muchos amigos. Su vida, para muchos, era aburrida; hasta ... que descubrieron lo que ocultaba tras su apariencia calmada y un pasado sirviendo a su país como militar. Al estar atascadas las tuberías, sus vecinos llamaron a un fontanero, quien encontró carne humana putrefacta en la instalación del edificio. Llamaron a la Policía, quien, después de una pequeña investigación, llegó a la conclusión de que podrían provenir de la casa de Nilsen. Le esperaron frente a la puerta del edificio. Es justo en ese instante cuando comienza la ficción «Des» , disponible desde hoy en Starzplay.
Jamás se imaginaron lo colaborativo que sería. Fuera de su piso, en el coche de la Policía, admitió sin demasiados tapujos hasta quince asesinatos entre 1978 y 1983 . «Los llevó a su piso, los asesinó y mantuvo sus cuerpos debajo del suelo del apartamento. Poco a poco, fue retirando sus cuerpos y quemando sus restos en su jardín trasero. Pero esto no pudo seguir haciéndolo cuando se mudó a su piso de Muswell Hill. Ahora, en el ático, intentó deshacerse de ellos tirándolos por el retrete. Esto terminó bloqueando los desagües y llevó a la Policía hasta su puerta. Sin eso, quién sabe cuánto tiempo podría haber continuado porque nadie sospechaba de él», relata David Tennant, reconocido por sus interpretaciones «Doctor Who» y «Jessica Jones» y encargado de dar vida a Dennis Nilsen en «Des» (Starzplay) .
No había motivos aparentes, ni pruebas concluyentes. La gran parte de las víctimas eran personas que vivían al margen de la sociedad, lo que obligó a la Policía a iniciar una de las mayores investigaciones en la historia del Reino Unido. No buscaban al asesino, sino a los asesinados . Nilsen, hasta entonces colaborativo, aseguró no recordar sus nombres. «Es posible que muchos de estos hombres estuvieran registrados como desaparecidos, pero algunos de ellos no fueron especialmente extrañados. (...) Muchas de las víctimas de Nilsen, aunque no todas, no tenían familias que les echaran de menos o habían perdido el contacto con sus seres queridos y se habían perdido en la sociedad londinense. Por eso, Nilsen había logrado pasar desapercibido», expone.
Finalmente, el 4 de noviembre de 1983, Nilsen fue juzgado por seis asesinatos y otros dos intentos de homicidio, y fue sentenciado a cadena perpetua con un mínimo de 25 años de encarcelamiento . Años después se le imputó, y posteriormente demostró, una muerte adicional, la de su primera víctima, un muchacho de tan solo 14 años. Por esto, Nilsen volvió a ser condenado, sin optar a la libertad condicional. En 2018, con 72 años, falleció en prisión sin que se conociesen las causas.
«Creo que esta historia es tan fascinante porque es muy difícil entender quién es este hombre, por qué hizo lo que hizo y dónde estaba su psicología. La historia que tratamos de contar analiza lo que hay dentro del cerebro de alguien como Nilsen y pregunta cómo un ser humano, que es aparentemente tan normal y cotidiano, incluso aburrido, es capaz de estos crímenes inhumanos», explica sobre «Des».
Peter-Brian-Dennis
La historia se cuenta desde el punto de vista de tres hombres : un detective, un biógrafo y el propio Nilsen. Mientras el agente Peter Jay (Daniel Mays) y la investigación policial trata de lograr justicia para el mayor número de víctimas, la relación de Nilsen y su biógrafo, Brian Masters (Jason Watkins), profundiza en la mente de uno de esos asesinos en serie más prolíficos que el mundo haya visto jamás. «Jay fue el policía que arrestó por primera vez a Nilsen. Solo quería que Nilsen pagara por lo que había hecho y darle algo de paz a todas las familias de las víctimas», expone. Pero la relación entre Nilsen, Brain y Peter se convirtió en un extraño triángulo de hombres que intentaban comprender esta historia extraordinaria, peculiar y alarmante con perspectivas únicas.
Pero también hay una historia sobre Peter Jay y los tiempos en que ocurrieron los crímenes. «En la década de 1980 los asesinatos se consideraron "asesinatos de homosexuales", por lo que estaban divididos en comportamientos de una manera que la sociedad no necesitaba lidiar con ellos», añade el británico. Estos diferentes puntos llevan a un mismo fin: relatar el daño que causó un solo hombre; pero, de paso, analizar como sociedad cómo se ha tratado de entender por qué sucedió y qué se puede hacer para que no vuelva a suceder. «Eso tiene que ver en parte con los tiempos y en parte con cómo nosotros, como sociedad, no cuidamos de todos nuestros miembros», añade.
Una historia real y reconocida
Han pasado casi cuarenta años desde que se conoció la noticia. Pese a que parece demasiado tiempo, el recuerdo de los crímenes sigue vivo en la población londinense y, sobre todo, en las familias de las víctimas. «Hay que ser conscientes de esto. Nuestros productores e ITV estuvieron al tanto. Sabemos la responsabilidad que trae contar esta historia y creo que es correcto relatarla, ya que forma parte de quiénes somos como sociedad y como seres humanos. Lo último que queremos es que cualquiera se sienta explotado. Somos conscientes del daño real de esta historia y espero que la gente vea que hemos contado esta historia de manera responsable», explica.
«Des» , para Tennant , es una muestra de una realidad que se cuenta poco. «Es como fingir que no sucedió, por eso creo que contar esta historia es una forma de presenciarlo pero también de confrontarlo. Entender lo que pasó también es importante. No estoy diciendo ni por un segundo que debamos sentir empatía por Nilsen o perdonar lo que hizo, pero creo que es importante ver que las personas son capaces de funcionar mal de manera grotesca y que es parte de la condición humana», concluye.
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