crítica:
'Noche de paz' (**): El maestro John Woo agota el temario
No hay ni un instante de paz, ni para sus personajes ni para el espectador: empieza a tiro limpio, continúa en esa entonación y termina con coherencia, es decir, con la munición agotada

El veterano director chino John Woo ha hecho tanto cine en Estados Unidos como en su país, y siempre violento, veloz y de alto riesgo; ha hecho películas con Travolta, con Nicolas Cage, con Tom Cruise (una de sus misiones imposibles), incluso con Jean Claude ... Van Damme y hasta con Dolph Lundgren. Es veneradísimo por todos los amantes del cine de acción y pólvora, a quienes se dirige también esta 'Noche de paz' de engañoso título. No hay ni un instante de paz, ni para sus personajes ni para el espectador: empieza a tiro limpio, continúa en esa entonación y termina con coherencia, es decir, con la munición agotada.
El argumento tiene como esencia, y no es ninguna novedad, la venganza: un hombre tiene que vengar la muerte de su hijo, un niño abatido en una de esas balaseras entre bandas mafiosas. Y la película, sin mayores reflexiones, consiste en eso, en la caza, con un preámbulo que no es corto para restañarse las heridas y pertrecharse adecuadamente para la fiesta. Tienen un detalle magnífico John Woo y sus guionistas, y es que los diálogos son muy escasos, en primer lugar porque el personaje resulta herido en la garganta y no puede hablar, y segundo, porque no tiene grandes cosas que decir.
La acción, la persecución y la violencia son los únicos diálogos y lo que llena la historia, y su protagonista, Joel Kinnaman, de buena planta y veterano en este género, tiene como máxima complicación para encarnar a su personaje el no romperse ningún hueso entre tanto golpazo, trastazo y guantazo. No es Keanu Reeves, Liam Neeson o Denzel Washington, pero se las apaña como puede. Como era previsible, la presencia de John Woo en 'Noche de paz' procura que la espectacularidad, el ritmo y la ferocidad estén garantizados. También, la inoperancia y pocas luces de 'los malos'.
Ahora que se acerca la Navidad, resulta una película perfecta para compensar las habituales subidas de glucosa.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete