«Al otro lado de la cama», una comedia de enredo en clave musical
Emilio Martínez Lázaro presentó ayer a la prensa «Al otro lado de la cama», una comedia a la que el director quería ponerle «una guinda», la de unos cuantos números musicales cantados y bailados por los protagonistas: Ernesto Alterio, Guillermo Toledo, Alberto San Juan, Paz Vega, Natalia Verbeke y María Esteve.
MADRID. «La condición que puse para hacer la película -explica Martínez Lárazo- fue que los actores se encargaran de cantar y bailar. No me hacían falta cantantes tipo «Operación Triunfo», necesitaba buenos actores, y lo único que había que hacer con ellos era conseguir igualar ... sus registros, aún a base de rebajarlos».
Con esta película, una de las triunfadoras del pasado festival de cine de Málaga -donde acaparó los premios a película, director y el concedido por el público- y que se estrena en España el próximo viernes, Martínez Lázaro vuelve a su territorio habitual, la comedia (con títulos en su haber como «Amo tu cama rica» o «Los peores años de nuestra vida»), después de su incursión en el «thriller» con «La voz de su amo».
«Al otro lado de la cama» es una comedia de enredo y cuernos, en la que ellos y ellas van cambiando de pareja y amante, mientras las mentiras se suceden. Una comedia, según Efe, que habla de amor, sexo, amistad y engaño y donde los protagonistas, de pronto, se arrancan a cantar temas de los ochenta, canciones de Kiko Veneno, Tequila, Nacho Mastretta, Los Rodríguez o Coque Malla. Canciones de los ochenta elegidas por tener «una franja de público amplia que guarda en el recuerdo esos temas que han pasado ya la prueba del tiempo», señala Martínez Lázaro, quien declara haber escuchado centenares de temas antes de hacer la selección. «No había tantas canciones que nos sirvieran, porque tenían que contar lo que les pasaba a los protagonistas». «La comedia se habría sostenido perfectamente sin música, pero las canciones son un añadido, una guinda, un vehículo para contar monólogos interiores», señala Martínez Lázaro, desde siempre más preocupado por que «El otro lado de la cama» funcionase como comedia, antes que como musical.
Para ello, la película descansa en un sólido guión de David Serrano. «Una comedia» no puede ser una sucesión de chistes sin sentido ni una suma de gags. Eso se agota», explica el cineasta que ha elegido hablar de un tema como el del intercambio de parejas con risas, puesto que éste es, dice, «un asunto universal de la comedia clásica».
Comedia y canciones que se acompañan con unas coreografías creadas por Pedro Berdayes. Los cinco actores que acompañaron ayer a Martínez Lázaro en la presentación de la película coincidieron en señalar la mezcla de atracción y susto que supuso la propuesta del cineasta. «Era difícil hacerlo todo a la vez: cantar, bailar y actuar», señala Ernesto Alterio, mientras Paz Vega explica que se acercó al estudio de grabación «con la boca pequeña» y «llena de vergüenza». María Esteve para meterse en el papel se vistió «estilo Madonna» y prefirió no consultar a sus padres, Marisol y Antonio Gades, aunque los genes le dieron un torrente de voz que tuvo que rebajar para encajar con los otros. Mientras Natalia Verbeke se apasionó tanto al sentirse «como si volviera a la escuela de Arte Dramático» y Alberto San Juan vivió el trauma de aquel a quien le gustaría «ser el rey de la pista» y «no tener donde agarrarse». Lo bueno, coinciden, es que todos estaban «igual», el mes de ensayos consiguió que se unieran «como una piña» y Pedro Berdayes y sus bailarines «sacaron lo mejor de nosotros y nos ocultaron como pudieron».
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