Sueño literario desde Sevilla

La revista «Mercurio» nació en Sevilla hace años como un proyecto humilde e ilusionante impulsado por valientes letraheridos. Luego la adquirió la Fundación José Manuel Lara, del grupo Planeta, como parte de esa dimensión emocional que siempre ha buscado esta institución con la tierra en la que nació el fundador de la editorial, José Manuel Lara. La convirtieron en una revista de proyección nacional, pero se seguía haciendo desde aquí porque la intención de la Fundación Lara siempre ha sido convertir Sevilla en capital literaria de España. Y en eso sigue.

«Mercurio» es un ejemplo de producto andaluz porque el escritor y periodista Guillermo Busutil la dirige guiado por los vientos salados de Málaga, inspirado por aquella otra gran revista «Litoral», plataforma de la Generación del 27 que «tenía forma de barco, con sus barandas, cartas marinas, cajas de galletas y vino para los naufragios», según la describió el poeta Manuel Altolaguirre.

Ana Gavín, la directora de la Fundación Lara, siempre a caballo entre Madrid y Sevilla, se empeñó en que «Mercurio» fuera ejemplo de excelencia con un dossier dedicado a diversos temas literarios. Pero además es una muestra de tercera vía porque, sin renunciar a ser una revista de prestigio, sirve a los lectores como guía de las novedades editoriales gracias a las reseñas firmadas por críticos y escritores. Lo mejor es que no ha sido un escaparate comercial de los sellos de Planeta, sino que abrió sus páginas a otras editoriales. Y es gratuita. Todo un milagro.

Repasando la colección completa confirmo que ahí está escrita la historia reciente de nuestra literatura. «Mercurio» nos ha contado los memoriales de Caballero Bonald, la lucidez de Emilio Lledó, los desvelos de Ana María Matute, los sueños de Delibes, las ironías de Mendoza, las metáforas de Marsé, los corazones helados de Almudena Grandes.

La noticia nos ha dejado el corazón helado, aunque aún queda esperanza. A fin de cuentas, «Mercurio» sobrevivió a profundas crisis, a volcanes internos, a casi desapariciones. Tiene la fortaleza de los hermosos artefactos que viven a contracorriente. Y en las grandes revistas siempre hay cajas de galletas y vino para los naufragios. Esperemos que esto sólo sea una tormenta pasajera.