El símbolo de la basura

Vamos a asistir al espectáculo de la bandera andaluza que no se dejarán arrebatar los náufragos del susanismo en los fastos del 40 aniversario del 28-F

16/02/2020 a las 08:28h.

La realidad siempre supera a la ficción. Sí, es un tópico manido y manoseado, pero no deja de ser verdad. Solo hay que abrir el ABC del pasado jueves para comprobar que la mejor metáfora sobre el Régimen que se resiste a morir del todo ... es algo real, no imaginario. Esa planta de reciclaje que se limitaba a extender la basura por el suelo refleja lo que pasó en Andalucía durante demasiados años. Eso fue lo que sucedió con los ERE y con la corrupción en general, con el enchufismo y el favoritismo, con esas prácticas que ensuciaron la Junta y sus satélites hasta el punto de envenenar el aire, que se volvió irrespirable.

Al final, la forma de disimular la basura contaminaba aún más que si se hubiera quedado en un simple vertedero. Pero el caso era dar una imagen de progreso, políticamente correcta, verde y limpia. Como la que se daba con aquellas campañas de Andalucía imparable mientras el paro era lo único que no paraba de crecer. Como el retrato que se encargaban de pintar o de escribir los artistas del Régimen, esos privilegiados que parecían los únicos andaluces que se dedicaban al mundo de la cultura. Era un grupo perfectamente definido en el número y en la ideología, que en último término se limitaba a dos verbos: trincar por propagar.

Todo aquello era algo que no tenía nada que ver con la socialdemocracia, esa pata imprescindible para que no se caiga una democracia liberal. El PSOE andaluz cayó en manos de un grupo de propagandistas que crearon una Andalucía virtual, un show de Truman con su central de producciones orwellianas en San Telmo, y su antena principal en Canal Sur. Que ahora se presenten como víctimas de una presunta manipulación de la cadena pública andaluza los que la manejaron sin pudor alguno durante treinta años, es algo digno de figurar en los manuales de materiales de construcción: ya no se puede tener más dura…

Ahora vamos a asistir al espectáculo de la bandera andaluza que no se dejarán arrebatar los náufragos del susanismo, antes chavesianos, en los fastos del 40 aniversario del 28 de febrero. Siempre creyeron que Andalucía era suya, y lo siguen creyendo. Ahí es donde está la clave de bóveda del poder. Ahí se sitúa el campo donde se librará el desafío. Si el centro derecha resiste y gana, entonces se vendrá abajo de forma definitiva aquella estructura que se alzó sobre el vertedero de la corrupción y el nepotismo para disfrazarlo con el oropel de un progresismo que nada tenía que ver con el progreso de verdad. Si los que hoy gobiernan Andalucía no consiguen hacerse con ese poder de verdad, el relevo será inevitable y caeremos de nuevo en el sistema que el chavismo, el griñanismo y el susanismo implantaron con el único objetivo de quedarse.

Porque una cosa es el gobierno, y otra muy distinta el poder. El PP y Ciudadanos, con el apoyo externo de VOX, han conseguido el primero. El poder aún se les resiste. Hay ámbitos de la administración andaluza donde manda la quinta columna que dejó del PSOE… o los recién llegados de Podemos. Tal como suena. Este 28 de febrero lo veremos. Al final la historia se repite, aunque sea del revés. Como la planta de reciclaje que servía, como los ERE con el paro, para colocar a los nuestros y para aumentar los estragos de la basura.