Sánchez nos roba

Faltan voces que se alcen en la sociedad civil andaluza para exigirle a la ministra Montero que no pisotee nuestra dignidad ni nuestras cuentas

09/02/2020 a las 08:36h.

La frase que anticipó lo que vino luego salió de los labios del entonces presidente de la Junta de Andalucía. Cataluña se había subido a la parra de unas exigencias que casaban mal con un Estado de derecho social y solidario. Maragall encabezaba aquella Galeusca ... formada por las siglas de Galicia, Euskadi y Cataluña que pretendía volver a los tiempos de la Transición, cuando las tres comunidades históricas -como si las demás fueran de antier por la mañana- querían desgajarse de las demás para disfrutar de sus fueros y sus privilegios. En aquel tiempo se estaba jugando algo más que la reforma del Estatuto de Cataluña. Era España la que se estaba poniendo sobre el tapete de las apuestas, y nuestro presidente no tuvo otra ocurrencia que soltar aquel aserto que hoy estamos pagando con intereses. Fiel a su partido, Manuel Chaves pronunció el adagio que no olvidaremos nunca: «Lo que es bueno para Cataluña es bueno para Andalucía».

Después vino lo del paripé de la reforma del Estatuto de Andalucía para camuflar la apuesta de Maragall. Chaves sirvió a su partido como lo que fue: un militante disciplinado que le debía todo lo que tenía al PSOE. Ahora no es ni siquiera eso, porque lo echaron del redil para que el asunto de los ERE no afectara al partido. La palabra humillación se queda corta, pero allá cada uno con sus rendiciones y su dignidad. El caso es que el problema catalán, como lo llamaron Ortega y Azaña hace casi noventa años, se expandió gracias a la tibieza demostrada por aquella progresía disfrazada de izquierda que achacaba todos los males a la malvada derechona, incluido el auge del independentismo que subía como la espuma para impedir que Pujol y compañía acabaran en la cárcel por robar: fuera eufemismos, que ya está bien. ¿O es que aquel tres por ciento que Maragall denunció en el Parlamento de Cataluña no era un robo en toda regla?

Ahora, al cabo de los años y los desafíos a la Constitución, el PSOE de Pedro Sánchez sigue mimando a la desleal Cataluña mientras desprecia descaradamente a Andalucía. El mismo presidente que se presta a la charlotada de la revista de tropas con Torra, se niega a pagarle a Andalucía los millones de euros que nos debe. Repetimos: nos debe. Porque esto no es una peleíta -Chamizo dixit- entre los partidos gobernantes en La Moncloa y San Telmo. No. Esto es una deuda contraída con los andaluces que contribuimos con nuestro dinero a ese engorde de la Administración que ha decretado el presidente más embustero de la democracia para colocar a los suyos y a los de Podemos.

Faltan voces que se alcen en la sociedad civil andaluza para exigirle a la ministra Montero -¡ay, la consejera que tanto le reclamaba a Rajoy!- que no pisotee nuestra dignidad ni nuestras cuentas con esa negación a pagarnos lo que nos debe. Y encima, el recochineo del favor que siempre le presta el rico al pobre: no tendrá en cuenta esa deuda a la hora de calcular el déficit. Vamos, que al final tendremos que estarles agradecidos y todo… Como si Chaves tuviera razón y todo lo que el PSOE le da a Cataluña fuera bueno para la Andalucía a la que le roba el IVA. Conclusión al modo de Torra: España no nos roba, pero Sánchez sí lo hace. Y de qué manera más desahogada…