Los dueños de la cultura
Se han dejado arrebatar el mundo de las artes y de las letras
«La cultura es de izquierdas». Lo dicen y se quedan tan tranquilos. Como si fuera un dogma laico, un axioma que no hace falta demostrar porque es la verdad pura. Se creen los dueños de la democracia, de la libertad y de la cultura. ... Lo sueltan en las entrevistas que van empapando el ambiente, que fluyen por los cerebros de los que las leen sin aplicar el ojo crítico que desnuda la falacia. Porque la cultura no es de derecha ni de izquierdas, de los unos ni de los otros. Decir o escribir algo tan evidente convierte en un peligroso reaccionario al que señala el cuerpo desnudo del emperador. O en un carca. O directamente en un fascista.
Fascistas eran los escritores que alabaron los regímenes totalitarios que recorrieron, como un fantasma, la Europa donde gobernaban Hitler, Mussolini o Franco. El penúltimo análisis -nunca digas el último, por lo que pueda haber pasado- salió hace unos días en un periódico que presume de culto y esas cosas. El analista reseñaba los escritores que se habían manifestado a favor de regímenes totalitarios, y se preguntaba si esa actitud menoscababa la calidad literaria de sus obras. Ya saben, el mismo cuento de siempre. Y como siempre, las afinidades se dirigían hacia el mismo lado, empezando por el Nobel que le han dado a Handke. Sin embargo, los plumillas que se congraciaron con el genocida Stalin pasaban de puntillas por el informa. De soslayo. Como si no hubieran escrito nada a favor del padrecito, uno de los mayores asesinos de la historia de la humanidad junto a Mao o los jemeres rojos, cuyos crímenes fueron silenciados por la izquierda culta en Occidente.
Lo peor de todo es que el periodista se lo cree mientras lo escribe. Como se lo cree el artista que señala a la izquierda como propietaria de la cultura en exclusiva, o el presunto historiador que se apropia de Lorca y afirma taxativamente que alguien de derechas está incapacitado para leer y sentir a Federico. Manuel Machado es un facha porque le escribió un soneto a Franco para salvar el pellejo. ¿Víctor Manuel, el de Ana Belén? Hombre, le compuso una canción al dictador, pero no es lo mismo. Para esta gente afectada por la hemiplejía ideológica que les diagnosticó Ortega es evidente que aquellas folclóricas eran franquistas, aunque no le hubieran cantado nada al inquilino del Pardo, y que Víctor Manuel es rojo fetén. ¡Ay!
Todo esto no es ninguna tontería. Buena parte de la derecha española lo lee, o lo escucha, y desprecia los argumentos. Pero ya está. No hace nada por combatirlos, por demostrar lo contrario, por luchar en el campo de las ideas. Y lo está pagando. Muy caro. Porque se han dejado arrebatar el mundo de las artes y de las letras, de la filosofía y la creación, incluso de las ciencias y el pensamiento. Como si los liberales y los conservadores no hubieran aportado nada al acervo cultural de la humanidad. O de España. Una mentira mil veces repetida se convierte en una verdad. Lo dijo alguien que no era precisamente de izquierdas, aunque los otros sean los que hayan puesto en práctica semejante barbaridad. Y de qué manera…
Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras