Suscríbete a
ABC Premium

PÁSALO

Tiempo de alarmas

Si no aflojan un poquito acabaremos chupando candados

Félix Machuca

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Estamos gastando más electricidad encendiendo alarmas que el gobierno en prometernos que rebajará su coste. Vivimos sometidos al imperio tiránico de las alarmas: desde la climática hasta la sanitaria, pasando por la dietética y la no menos espantosa hecatombe astrofísica por culpa del meteorito. La ... guerra fría resucita marcando tres frentes distintos: el occidental, el ruso y el chino. Y no resultan desdeñables las alarmas que nos advierten que el mundo ha cambiado de orden y avanza con paso firme hacia el pasado. Entre tantas tensiones ajenas a nuestra voluntad sobrevivimos refugiándonos en paraísos de confort que nos recuerden que, en algún tiempo pasado, fuimos felices e indocumentados, como diría Gabo García Márquez. Con tal de que esa felicidad y esa orfandad documental nos saque de este tiempo de tinieblas, de este tiempo de angustias. La nueva alarma, disparada por la OMS sin esperar siquiera a que los científicos se pronuncien en base a sus conclusiones y estudios, se llama Ómicron, la novísima mutación del bicho que se anuncia como más contagiosa y perversa. Insisto: pese a que no ha tenido tiempo la ciencia de indagar, investigar y sacar conclusiones definitivas sobre su clínica.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia