Fundido a negro

Si Canal Sur está politizado, las audiencias dicen que la política actual interesa a más andaluces

26/12/2020
Actualizado 28/12/2020 a las 07:52h.

El mayor problema que tienen los piquetes de Canal Sur es su esclavitud ideológica. En el gremio nos conocemos todos. Y sabemos quiénes han entrado en los medios públicos por la puerta principal o por la de atrás. Es muy difícil que nos podamos dar ... coba entre nosotros porque nos tenemos fichados y podemos distinguir entre los profesionales serios que trabajan en la radio y la televisión de Andalucía, que son muchos, y los colocados por el régimen, muchos de ellos además con parentesco político de primer rango. Por eso durante la huelga del ente público se ha generado una duda muy triste en el sector: ¿cuánto de neutral puede ser una protesta contra la politización de Canal Sur promovida mayoritariamente por quienes le deben su puesto de trabajo al partido político que mandaba antes? Si las quejas son razonables, quienes las patrocinan las están corrompiendo. Es un grito a voces en esta profesión que en los medios públicos andaluces hay exceso de personal y que todos los colocados tienen unos privilegios con los que los demás periodistas no pueden soñar. Y todo el mundo sabe también que la única manera de hacer competitivos estos medios pasa por ponerlos en manos de los mejores en cada terreno, no de comisarios políticos obligados a levantar el teléfono cada mañana para que les instruyan sobre qué se puede publicar y qué no. Los datos son muy elocuentes. Los actuales informativos de Canal Sur tienen unas audiencias que para los de hace apenas dos años eran una quimera. Ha bastado con poner al frente a gente que sabe y se ha logrado el crecimiento incluso con los enchufados poniendo trampas en los pasillos. Es decir, si Canal Sur está ahora politizado, desde luego lo está en una dirección que interesa a muchos más andaluces.