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LA TRIBU

GPS

Le pones una dirección al cacharro y el cacharro te deja en la misma puerta. ¿Que no? Bueno, bueno…

Los GPS son cada vez más usuales en la conducción ABC
Antonio García Barbeito

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Es verdad que te pierdes en el cuarto de baño de tu casa, y que cuando vas conduciendo y tienes que decidir entre dos direcciones, siempre eliges la que te lleva al sitio equivocado. Nunca fuiste —¿para qué?— amigo de esos mapas que te regalan ... en los talleres y que tienen más dobleces que una pajarita de papel, ni de pararte en paneles que dicen que lo explican todo muy bien. Tú siempre fuiste de preguntar, en un pueblo, a la entrada o salida de una ciudad, en una venta, en una gasolinera: «Oiga, maestro, ¿voy bien por aquí para Las Hurdes?» Y a lo mejor te habías pasado el desvío, es posible, pero dabas marcha atrás y acababas llegando, aunque fuera con un cuarto de hora de retraso. El problema gordo te vino cuando creíste que se te habían acabado los problemas de destinos cuando tenías que conducir. ¡El GPS! ¡La gran solución! Le pones una dirección al cacharro y el cacharro te deja en la misma puerta. ¿Que no? Bueno, bueno…

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