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Sevilla al día

La suerte

En tiempos de trincheras, trincherillas y pañuelos verdes, lo insólito es encontrar una serie que no pida aplausos ni indultos

Javier Macías

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La historia es tan simple a primera vista que uno ve la sinopsis y pasa de largo. «Otra serie más con el topicazo. La entierro», fue lo que pensé. Al fin y al cabo, pago la suscripción a Disney por las niñas. Es la historia ... de un joven taxista, opositor a abogado del Estado -y antitaurino por convicción-, que se ve arrastrado por la cuadrilla de una figura del toreo en su ocaso profesional, rodeada de supersticiones, manías y extravagancias. Por supuesto, el taxista es castellano y, sus acompañantes, andaluces. Ahí están todos los estereotipos en un gazpacho lo suficientemente burdo como para maldecir al guionista y al director, acostumbrados ya a la manida imitación de la Juani de ‘Médico de Familia’ («¡ay Virgen de la Macarena!») y la estigmatización lamentable y más reciente que hizo de Sevilla Álex de la Iglesia con ‘1992’. Pero, como digo, se trataba de una percepción apriorística de un aparente sainete sobre el costumbrismo cañí de la Fiesta Nacional que se va matizando conforme pasan los capítulos hasta entender la moraleja definitiva: la coexistencia de dos mundos radicalmente distintos que acaban respetándose y forjando una amistad por encima de cualquier conflicto prejuicioso e ideológico.

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