Suscríbete a
ABC Premium

Sevilla al día

El Gran Poder de la abuela

Cuando esta noche suene la campana de la una en San Lorenzo y cruja el cancel, «al fin nos hallaremos»

Javier Macías

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Ella se me fue de madrugada, a la hora a la que el Señor se encara a la Piedad dejando tras de sí el escalofrío que desencadena su zancada larga cuando pasa, ‘in ictu oculi’, rompiendo el tiempo. Hay un vacío inmenso que rebosa del ... recuerdo, que cristalizó en la medallita de oro heredada con la fecha regalada por el noviazgo que iba siempre en su pecho y a la que se agarraba en su sillón en un gesto espontáneo, como si la cadenita con el relieve del Nazareno fuera el sostén de su cotidianidad. Ella vive en la cara del Gran Poder, a la que rezó cada noche de su vida junto a ese bodegón de estampas donde prendía a su gente con alfileres de boda. Junto a su cama siempre estuvo un cuadro con una foto de Beauchy de 1870 coloreada donde aparece el Señor con la túnica que desapareció y que inspiró la que estrenó en 2020 por su cuarto centenario, regalo de los devotos. Y que es su mayor legado, porque es el germen que me enseñó a querer al Señor a través de una humilde estampa colgada de una pared de ese cuarto que quedó vacío y que sigue oliendo a ella.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia