Pásalo
Cómplices absolutos
¿A que esperamos para acoger palestinos y asentarlos en Cataluña o el País Vasco?
Por más esfuerzos que hago, no veo la jugada de Sánchez nada progresista. Ventajista, toda. Pero progresista y solidaria cero cartón. Me refiero a la insinuada exclusión de Cataluña y Vascongadas de la acogida de los menores no acompañados. Junts, ese rebaño de xenófobos y ... supremacistas que están a la derecha de Orban, le ha exigido que no cuente con ellos para el reparto de los menores que rebosan en las Canarias y que serán ubicados, por cupos, en los diferentes territorios autonómicos, si se llega a un acuerdo conjunto. Al fin y al cabo, ese es un problema, un grave problema, de España, pero ellos no se consideran España. Y lo que pase en España no es asunto que les entretenga ni un solo minuto. El problema es que el gobierno sí se considera la cima del progresismo y la bandera de la solidaridad. Y volvería a entregar la cuchara con los amarillos del noreste y los santurrones de Guernica por mantenerse en La Moncloa. No hay más. Lo demás es bla, bla, bla.
Eso los hace cómplices absolutos de las tentaciones y caídas xenófobas y segregacionistas de los rebaños de Puigdemont y de Andoni Ortúzar, que ya juega los minutos basuras en el PNV. Así que, si yo fuera el ministro Albarez, el de Exteriores al que se le duermen diplomáticos en sus conferencias, no sacaría tanto pecho ni luciría músculo olímpico asegurando que España es soberana y manda en su destino. Lo ha dicho a propósito de la ironía israelita de que sea el nuestro uno de los países que acoja a los palestinos que va a desplazar el siquiátrico plan de Trump para Gaza. ¿No son un gobierno de progreso, solidario y de sólidas convicciones democráticas? ¿A qué esperan? ¿Los llevamos a Cataluña o a las Vascongadas? Aquí manda quien manda, señor ministro, por un puñado de votos prestados por los independentistas. Tan es así que os hace cómplices de políticas regresivas y xenófobas, dejando en el camino la pista obscena de una apoteosis ególatra que la realidad se encarga de desmontar y descubrir.
Desde Andalucía se han señalado dos aspectos que no conviene olvidar: nos han colado desde Madrid 567 menores como si fueran hombres con más mili que Viriato y las 645 plazas específicas para inmigrantes están al 115% de su capacidad. Y sin un euro de los 500 millones que tiene bloqueado el gobierno que la Unión ha concedido para migración. Andalucía, junto con Ceuta y Canarias, es la frontera sur más vulnerable de la Unión. Felipe González dijo el pasado lunes en el foro Guadaliuris que el que más progresa en este gobierno de progreso es Puigdemont. A los hechos me remito. Entre vascos y catalanes, que también han hecho su esfuerzo de recepción, como todos los territorios, anda el juego. De ellos dependen los presupuestos que quiere sacar adelante Sánchez. Y no descarten que acuerden una solidaridad quebrada para que sus socios preferentes lo sigan siendo. Lo exige ese progresismo de saldo en el que todo se compra y se vende…
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