Trampantojos
Ligeros de equipaje
Huelva no tendrá AVE, pero al último poblachón catalán siempre llegarán los trenes, cuestión de servicios prestados
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Iniciar sesiónViajaba Antonio Machado en vagón de tercera por los caminos de España, siempre ligero de equipaje. Podríamos imaginar los trenes de su época con olor a humo y madera sucia, atravesando los campos de Castilla para llegar a un paisaje que era el alma de ... España.
Muchas veces, al viajar en tren por algún rincón de nuestra Andalucía recuerdo esos viejos y destartalados ferrocarriles en los que debió de recorrer la geografía española, de Soria a Baeza y de Segovia a Madrid. Por los caminos de hierro de esta Andalucía olvidada pienso que los trenes que nos asignan en el reparto nacional no deben de ser muy diferentes de los que utilizaba el poeta cuando llegó a la aún más olvidada Soria de 1907. Cafeteras andantes, máquinas polvorientas traqueteando por vías frágiles y mal cuidadas: «El tren camina y camina,/ y la máquina resuella,/ y tose con tos ferina…».
Viajar a Soria es también una extraña aventura, porque es otro de esos lugares de la España de segunda, como pueden serlo nuestra Almería, Jaén o Huelva. Ahora que conocemos la estrategia de reparto del Gobierno con la red ferroviaria andaluza confirmamos que Machado ya advirtió que estábamos condenados a viajar en vagones de tercera. Una Andalucía que viaja con trenes usados para aparentar que aquí también se invierte en infraestructuras, como en la muy favorecida Cataluña.
Huelva no tendrá AVE, pero al último poblachón catalán siempre llegarán los trenes, aunque sea en la versión modesta del Cercanías. Pagaremos con nuestros impuestos esos trenes antes de que el gobierno ceda a Cataluña la gestión de esos Rodalies. Un buen regalo por los servicios cumplidos...
Huelva también tuvo otro gran escritor —Juan Ramón Jiménez— que cantó la poética del burro Platero, quizás el único medio de transporte que le quede a esa tierra olvidada por la desidia de muchas décadas. De Huelva salieron los barcos que nos enseñaron el mundo. Su geografía asomada al balcón Atlántico permitió las travesías ultramarinas, pero ni siquiera esa privilegiada situación en el mapa favoreció el curso de su historia. Nada cuajó en aquel litoral de los asombros y la ciudad terminó arrumbada en los desvanes, devorada por un engañoso apoyo industrial que terminó como regalo envenenado de chimeneas escupiendo veneno químico.
Para el ministro Óscar Puente, que parece utilizar la gestión de Transportes como un combate pugilístico contra enemigos, Huelva está en un rincón apartado de España. Un rincón esquinado, sí es cierto, pero no más que esa Girona privilegiada por los fondos públicos con un excepcional aeropuerto. Un aeródromo de vuelos internacionales, aunque no exista la demanda. Y un proyecto para 2026 que incluirá —según las previsiones gubernamentales— la construcción de una estación de Ave —aquí sí— junto al aeropuerto de Girona. Girona, otro rincón apartado de España, pero al Norte, no al Sur como nuestra despreciada Huelva. La Huelva de las conquistas Atlánticas, la Huelva poetizada de un Nobel de Literatura...
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