la madeja
Juan Espadas hace historia y entrega Sevilla al PP
El PSOE jamás había perdido unas elecciones en la provincia de Felipe González, pero el sanchismo lo ha logrado en estas europeas, en las que Juanma Moreno consagra su liderazgo en Andalucía
Vox es ya con claridad el tercer partido en Andalucía, es decir, el cuento del muro no funciona aquí
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Iniciar sesiónEl análisis de los resultados de las elecciones europeas en la provincia de Sevilla y en el resto de Andalucía es ciencia ficción. Aviso. Ni se pueden extrapolar los datos de unos comicios con circunscripción única en toda España, ni el porcentaje de participación permite ... extraer conclusiones demasiado concluyentes. Bueno, sí se puede concluir que las europeas no movilizan. Son unas elecciones a las que por aquí damos poca importancia, a pesar de que en Bruselas se deciden muchas de las grandes necesidades que tiene Andalucía y se reparten los fondos que permiten afrontar proyectos históricos en la región. Ni el convulso contexto político que atraviesa España con el sanchismo ha servido para activar a muchos votantes. La caída de la participación en más de trece puntos sólo puede llevar a la amargura. Por lo tanto, cualquier intento de apuntarse victorias y derrotas es especialmente frágil en este caso. Ya sabemos que en las sedes de los partidos durante las noches electorales siempre han ganado todos. Pero la única realidad contundente es que ha perdido la política, incapaz de ilusionar al 54 por ciento de los andaluces para que acudan a las urnas.
Sin embargo, sí hay algunos hechos que, con independencia de la debilidad de la participación, son llamativos. Por ejemplo, es la primera vez que el PP gana unas elecciones europeas en Andalucía. Y, sin embargo, hay un titular aún más fuerte. Sí, por primera vez en la historia el PSOE ha perdido unas elecciones en Sevilla, la cuna de Felipe González, donde Alfonso Guerra llegó a decir que si su partido presentaba una cabra, ganaba la cabra. Juan Espadas ha entregado el templo. O lo ha profanado, según se mire. Es verdad que los porcentajes no servirían a Juanma Moreno para revalidar la mayoría absoluta que obtuvo en las autonómicas, pero arrebatar a los socialistas su gran feudo nacional es un trofeo para los anales. El triunfo popular es incontestable. Y la mala salud del PSOE es alarmante después de 40 años de hegemonía. Juan Espadas podrá vender que ha resistido porque ha acortado cierta distancia con respecto a todas las convocatorias previas desde que él dirige a los socialistas andaluces. Y podrá decir también que el PSOE de Andalucía se ha movido en la media del partido a nivel nacional. Lo que pasa es que antes era la organización territorial socialista que impulsaba al resto. Ahora ese papel lo juega el PSC de Salvador Illa. Lo de las europeas, sin duda, va a traer consecuencias en el liderazgo socialista andaluz. No hay otra salida. Habrá movimientos inminentes.
En cuanto a la provincia de Sevilla, la victoria del PP es el verdadero símbolo del cambio. Ha obtenido apenas 1.300 votos más que el PSOE, pero por fin puede decir que le ha ganado. Técnicamente se ha producido un empate que, en cambio, supone un varapalo para los socialistas capitaneados por Javier Fernández, primer líder orgánico sevillano en sucumbir. ABC lo adelantó hace unas semanas informando sobre la crisis interna. Se veía venir. El sanchismo ha llevado a los socialistas del Sur a su peor coyuntura histórica. En la capital, donde tanta campaña han hecho contra José Luis Sanz en una inexplicable alianza con Vox para aislar al alcalde popular, la derrota se ha ido a siete puntos. La cuestión de confianza presentada por Sanz ha demostrado todo, también a los suyos, que el Ayuntamiento de Sevilla está bien atado.
Entretanto, Vox es ya el tercer partido en Andalucía. Su escalada sigue peldaño a peldaño para fagocitar a toda la izquierda radical, que ha sido superada incluso por el extravagante partido de Alvise Pérez, la gran sorpresa de estos comicios. Los de Abascal están consolidados y la izquierda en caída libre. Pero ahora desde los partidos que conforman el conglomerado gubernamental dirán que esto es un desastre porque la ultraderecha es el diablo. Es decir, volverán a dar lecciones a los votantes en lugar de tomar nota para las próximas elecciones, que quién sabe cuándo serán teniendo en cuenta los vaivenes de Sánchez. Vamos a ponernos en lo peor porque, como dice el refrán, piensa mal y acertarás. No guarden ustedes tan pronto el DNI.
Director de ABC de Sevilla
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