TODO IRÁ BIEN

Un Sostres secretaria

Hay que tener un inglés de ir por casa, que sean ellos los que se esfuercen en balbucear palabras en español, que es la lengua de la superioridad

Me he levantado hoy muy contento porque anoche estuvimos cenando con un señor de Nueva York muy importante y me di cuenta de que mi inglés continúa siendo macarrónico pese a los versos que sin venir a qué meto de vez en cuando de Paul ... Simon. En todo nos entendimos y fue una conversación de matiz, delicada. Hablábamos la misma inteligencia, el mismo sentido del humor, el mismo Bulli, la misma escena de Chinatown. Yo me sentí muy feliz escuchando lo suyo, diciendo lo mío, en las coincidencias y en las risotadas. Nada de esto habría pasado si en lugar de haber perdido el tiempo escribiendo mi juvenil poesía infame, lo hubiera aprovechado estudiando idiomas para sacarme el primero de secretaria.

Como llevar un Porsche, tener un inglés demasiado bueno –y que además nunca es en realidad demasiado bueno– revela padres que ni fu ni fa, maestros que tampoco tal, y que tarde y mal quisiste preocuparte de las cosas pero no te diste cuenta de cuáles eran las importantes. Hay que tener un inglés de ir por casa, que sean ellos los que se esfuercen en balbucear palabras en español, que es la lengua de la superioridad. Hay que pensar bien y rápido y las palabras siempre acuden a tu auxilio. Y «aunque entre el papel y el sueño algo se pierde/ y con los años duele más cuando me escucho», yo me he entendido siempre con todos los que me tenía que entender, y todos me han entendido. Además da prestigio que digan de ti: «Estate atento a la conversación porque no habla mucho inglés Salvador». El inglés de Cruyff era como el mío. El de Ferran Adrià es peor.

Te delata y para nada bueno tener un inglés perfeccionado, y si eres una chica todavía más, porque todos sabemos lo que los chicos vamos a hacer cuando nos mandan un verano o un curso a Estados Unidos o a Inglaterra. Yo aprendí italiano porque se llamaba Chiara.

Pero lo más grave es que os rindáis cautivos y desalmados al carril central y que a nadie se le ocurra hacer algo distinto. Sois peor que la inflación y la guerra de Rusia. Sois una pobre banda de idiotas que hacéis todos lo mismo, sin ninguna idea, sin ninguna personalidad, sin buscar ninguna ventaja competitiva. Os dijeron que en el futuro no se podría ir por ahí sin saber inglés y os pusisteis en fila para hacer la parodia del ciudadano del mundo, creyendo que por hablar raro ya ni tendríais que pensar. Es como el permiso de conducir. Seguro que también tienes y te lo sacastes a los 18. Te mereces ser taxistas, lista del supermercado, fan de Coldplay. Cuando me doy cuenta de que hago algo como tú, dejo de hacerlo al acto. Y me ducho, por si acaso.

Por mí continuad como hasta ahora, porque con tantos en el montón parecer inteligente es muy fácil. Pero si un día te acuerdas de vivir y quieres divertirte, ponlo todo al revés y sólo lo que no se caiga es lo que merecía la pena.

No hay un Sostres inglés ni un Sostres secretaria: he escrito el artículo entero, pero esto tendría que bastarte.

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