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vivimos como suizos

Lástima de cuartos

En Hamás deben de estar encantados con la solidaridad de los jóvenes occidentales

Carencias

El manubrio

Rosa Belmonte

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El «os hacía falta una guerra» de nuestras abuelas si melindreábamos con el filete de hígado ahora no tiene nada que ver con el hambre. Si tienes una guerra te vas de acampada. O de manifestación. Cuanto más cara la universidad, más americana, más Ivy ... League, pues más descerebrada. El «lástima de cuartos» de otra abuela con cualquier capricho (libros, por ejemplo) podría ser aplicado ahora a los cuartos desperdiciados en esa carísima educación para la nada. O para la ciudadanía, que también es la nada en palabras de Sánchez. Un desperdicio de cuartos para ser cliente en lugar de alumno, creer que siempre se tiene la razón y creer, así en general, que Palestina merece más la pena que Israel. Es cierto que hay más muertos por los que protestar y más barbarie por todos lados. Pero en Hamás deben de estar encantados con la solidaridad de los ministros de Sumar y de los jóvenes occidentales (incluso transexuales a los que colgarían de una grúa si tuvieran).

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