Gentuza

Dos ejemplos pasmosos de señalamientos me he topado estos días. De alteridad. Y no se trata de judíos. ¿Se acuerdan del segundo compañero de la Academia de Zaragoza que saludó a la Princesa de Asturias en el besamanos del Palacio Real el pasado jueves? ¿Se acuerdan de las risas de todos? Del Rey, la Reina, la Princesa y el muchacho. Vale que se quiera saber quién es o a qué dedica el tiempo libre. Pero, oye, que un digital le ha hecho una colonoscopia sin anestesia a la familia. Final del artículo: «Así las cosas, detrás de lo que parece un inocente saludo amistoso entre la Princesa de Asturias y uno de sus compañeros de promoción, hay una familia que promulga algunos de los valores centrales del discurso de la extrema derecha española, como son la exacerbada fe católica y la demonización general de la práctica del aborto». Amárrame los pavos, como si fuera el hijo del Chapo Guzmán.

Pero, esperen, que hay otro sexador de gentuza. Se falla el Premio Planeta y veo un hilo en Twitter (llámalo X) sobre el finalista, Alfonso Goizueta. Atención: «El hermano del bisabuelo del finalista del Premio Planeta se lucró con la creación de Los Remedios en Sevilla, fue embajador oficioso de Franco en Gibraltar tras el golpe de Estado y tiene una calle en Legazpi (Madrid) al ser uno de los propietarios de los terrenos urbanizados». Parece que me lo he inventado, pero es en serio. No sé, habrá que darles jamón a ver si se lo comen.