Suscribete a
ABC Premium

Perdigones de plata

El ministro y las diferencias

Ya me gustaría contar con el formidable músculo industrial que ellos poseen en Milán

La plaga (25/9/2023)

Arrebatos (22/9/2023)

Ramón Palomar

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Nos ilusiona creer que los italianos son como nosotros. Pero, si destripamos el tópico con la uña que empleó una diputada de ERC para arduas perforaciones entre nasales y abisales, a lo mejor descubrimos ciertas diferencias entre Italia y España. Por ejemplo, ya me gustaría ... contar con el formidable músculo industrial que ellos poseen en Milán, y con sus factorías de automoción, modelos deportivos carísimos incluidos. Y luego, no olvidemos su imparable sector de la moda y el diseño, la expansión mundial de la pizza, así como los flexibles tentáculos de sus mafias, pues para practicar el mal a escala planetaria se necesita afilada cabeza. Pero fue al leer el otro día, aquí mismo, la entrevista de Calero al ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiulano, cuando el calambre de la envidia me dejó cariseco pues ahí se evidencia la zanja abierta entre ambos países sureños, enganchados al matriarcado que fluye en torno a la mesa.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia