Cuando gobierne la izquierda…

Son los progresistas y sólo ellos –no se dejen engañar– los que invierten y cuidan lo que es de todos. En el lado contrario, los gobiernos de la derecha no se preocupan por la inversión en transporte público. Al contrario, dejan que éste se devalúe. ¿Y por qué? Pues esto es algo también sabido por el votante: porque la derecha solo gobierna para los ricos, para los que tienen cochazo –contaminante– y no se suben a un tren comunitario en la vida. A la derecha le importan poco o nada los obreros que madrugan cada día y tienen que coger el tren para ir a trabajar. Si llegan tarden a la oficina es porque quieren, no por los horarios de los trenes. Porque la derecha siempre defiende que su gestión es impoluta. Brillante. La mejor. Pero la realidad, la demostrable, es que con un gobierno de derechas no puedes estar seguro de si tu tren va a llegar a su hora, ¿qué digo?, de si va a salir siquiera. Por eso la derecha aumenta los tiempos de retraso para devolverte el dinero si el tren llega tarde. Así es la derecha, el contribuyente viajero le importa poco o nada. Con ellos crecen las averías. Porque son cero verdes y no les importa la agenda 2030 ni el descenso de contaminación que traería una buena gestión ferroviaria.

Lo mismo ocurre con la vivienda. No te puedes fiar de un gobierno de derechas, porque sólo piensa en los propietarios y los fondos de inversión. Son el tipo de gobierno que deja tirado a los inquilinos, que alimenta un sistema en el que el mercado de la vivienda es tan asfixiante que te ves obligado a dejar tu barrio de siempre, a no poder vivir en el centro, a tener que compartir piso. Son esa clase de gobernantes con los que no te queda otra que echarte a la calle para recordarles que la vivienda es un problema de la gente de a pie, que vivir en una casa digna es un derecho fundamental.

Pero la derecha, ya saben, está a otra cosa. A atacar a sus enemigos políticos, a controlar a los medios –televisión pública incluida– para perpetuarse en el poder. Primero, siempre, ellos. Por eso la gente está tan cansada de estos gobiernos de la derecha y está esperando como agua de mayo que llegue la izquierda. Porque sólo la izquierda podrá solucionar los verdaderos problemas reales de la gente. El clamor ya se escucha a todas horas, en los bares, en las calles, en el metro, en las estaciones de tren: todo irá mejor cuando gobierne la izquierda…