La Tercera
Un tiempo para la serenidad
«Como asturiano, como español, ha sido para mí un privilegio y un honor ejercer la presidencia de la Fundación. En este instante vital quiero destacar, de nuevo, el valor de la gratitud con palabras que Su Alteza Real la Princesa de Asturias, nuestra presidenta de Honor, pronunció en la ceremonia del pasado año: 'Gracias a todos los que hacéis posible que estemos hoy aquí; gracias a quienes apoyáis a la Fundación e impulsáis la idea de que la cultura, la ciencia, la solidaridad, son esenciales para nuestra vida en común'»
Luis Fernández-Vega Sanz
La observación detenida de las cosas, el cuidado por el trabajo bien hecho, la atención al otro -'la más pura y rara manifestación de generosidad'- son cualidades que preservar en unos tiempos acelerados por la tecnología, en los que, en ocasiones, olvidamos el valor de ... la gratitud, de la proximidad y de la escucha.
Hoy celebramos en Oviedo, en nuestro querido teatro Campoamor que este año conmemora su 130º aniversario, la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias. Detendremos la mirada en las personas que, con inteligencia, creatividad y ánimo de concordia, despejan las sombras, nos trasladan ilusión y confianza en el futuro. Necesitamos escuchar lo que tienen que decirnos. Su obra y su mensaje contribuyen a aplacar el ruido, confieren orden y belleza al mundo.
Su Majestad el Rey lo expresó el pasado año con certeras palabras: «En estas horas de serenidad que suponen nuestros Premios, queremos reconocer y ensalzar todo aquello que nos ayuda, nos consuela, nos reconforta y nos da fuerza para seguir adelante. Nuestros premiados nos han dado siempre ejemplo de solidez y de firmeza en sus propósitos. De cómo sus causas muestran el mayor de los compromisos que puede tener el ser humano: el compromiso con los demás».
Con la entrega de los galardones, la Fundación da continuidad a su cometido de promover valores, principios éticos, de honrar la excelencia y presentar a la sociedad trayectorias vitales en las que inspirarse. Un compromiso y una responsabilidad asumidos a lo largo de los años y cuya esencia se ha mantenido inalterable.
En el escenario que hoy nos reúne, la filósofa Martha Nussbaum afirmaba en el año 2012: «Las humanidades nos proporcionan no solo conocimientos sobre nosotros mismos y sobre los demás, sino que nos hacen reflexionar sobre la vulnerabilidad humana y la aspiración de todo individuo a la justicia». Sus palabras fortalecen el compromiso de décadas asumido por Adam Michnik con un periodismo de calidad, con la libertad y la democracia. Su trayectoria profesional y su propia vida dan testimonio del papel esencial de las humanidades para la defensa contra los totalitarismos. También desde una perspectiva humanista, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, galardonado en la categoría de Ciencias Sociales, ha estudiado las civilizaciones prehispánicas para incorporar su herencia con objetividad, libre de mitos. Sus trabajos constituyen, como ha reconocido el jurado, «un diálogo fecundo con el pasado, entre culturas distintas y entre las ciencias sociales y humanas».
Esa determinación por mejorar la vida de las personas sustenta la labor de los premios otorgados a la Concordia y a los Deportes. Shigeru Ban ha concebido una arquitectura innovadora y sostenible, destinada a asistir a quienes se ven afectados por emergencias sociales y naturales, sin renunciar en este desempeño a la armonía de sus estructuras. De igual modo, la Fundación Olímpica para los Refugiados y el Equipo Olímpico de Refugiados brindan a los deportistas la oportunidad de desenvolverse personal y profesionalmente en zonas de conflicto y en tantos otros lugares donde los derechos humanos son quebrantados cada día. Es este un premio a la esperanza.
Esperanza, ilusión por la construcción de un futuro habitable en el que todos estamos llamados a tomar parte, nos transmite la labor de la emprendedora social Ellen MacArthur, distinguida con el galardón de Cooperación Internacional. Su propósito de una economía circular, a partir de un cambio en nuestros hábitos de producción y consumo y de un mejor aprovechamiento de los recursos, nos recuerda que solo protegiendo a la naturaleza lograremos preservar nuestra especie. «No podríamos imaginar en nuestro mundo tecnológico que, de pronto, nos dijeran algo así como: mañana no habrá aire, mañana, nunca más habrá agua. Nos sobraría ya todo, no habría prodigio técnico capaz de compensarlo». De tal manera nos advertía nuestro querido Emilio Lledó en esta misma ceremonia. Palabras de un hombre sabio, que invitan a la reflexión.
«La literatura es, en primer lugar, una de las maneras fundamentales de nutrir la conciencia». Así lo expresó Susan Sontag, también una admirada galardonada, y así sucede con la obra de Juan Mayorga, quien ha sido reconocido este año con el Premio de las Letras. De honda raíz filosófica, Mayorga atisba el mundo y sus dilemas con una mirada social que es, a la vez, poética. Es el suyo un teatro nuevo para un tiempo nuevo. En esta búsqueda de caminos expresivos originales se revela el talento de Carmen Linares y María Pagés. El Premio de las Artes ha distinguido este año a una de nuestras más sobresalientes manifestaciones artísticas, el cante y el baile flamencos. Desde un profundo respeto por la tradición y sus raíces, Linares y Pagés han dotado de nuevas formas estéticas al flamenco contemporáneo y han contribuido a situarlo como uno de los géneros más aplaudidos en el mundo. Finalmente, el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica ha sido concedido al elenco de expertos en inteligencia artificial, Geoffrey Hinton, Yann LeCun, Yoshua Bengio y Demis Hassabis. Sus investigaciones han contribuido a la creación de un pensamiento que trasciende los límites de lo humano y que ha permitido el desarrollo de máquinas inteligentes con capacidad de aprendizaje. A todos ellos, los excelentísimos galardonados con los Premios Princesa de Asturias 2022, les rendiremos esta tarde nuestro agradecido tributo.
Como asturiano, como español, ha sido para mí un privilegio y un honor ejercer la presidencia de la Fundación. Nuestra institución continuará su camino de solidez y prestigio, que es tanto un legado a preservar como una misión que cumplir. En este instante vital quiero destacar, de nuevo, el valor de la gratitud con palabras que Su Alteza Real la Princesa de Asturias, nuestra presidenta de Honor, pronunció en la ceremonia del pasado año: «Gracias a todos los que hacéis posible que estemos hoy aquí; gracias a quienes apoyáis a la Fundación e impulsáis la idea de que la cultura, la ciencia, la solidaridad, son esenciales para nuestra vida en común».
Gracias por este tiempo inolvidable.
es presidente de la Fundación Princesa de Asturias
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