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La tercera

Necesidad de un ideal

Necesitamos más que nunca un ideal que se adecue a la naturaleza humana y nos permita juzgar cada uno de los cambios que acontecen

El coleccionista de fracasos (30/5/2023)

Más dura será la caída (28/5/2023)

Nieto

Julio Llorente

Ha prosperado en algunos ambientes una visión degradante de la política: la que la reduce a simple gestión y a quienes la desempeñan a simples administradores. De Mario Draghi, exprimer ministro de Italia, se celebró que fuese un tecnócrata, alguien que sabía cuadrar las ... cuentas y que se ocuparía por fin de lo importante. La idea platónica de que el político debe procurar la felicidad de sus ciudadanos –felicidad que, para los griegos, es indisociable de la virtud– quedó hace tiempo obsoleta y, cuando uno se detiene a pensarlo, concluye que es lógico que así ocurriera: si, como se dice habitualmente, el hombre es tan sólo carne, si es un amasijo más o menos complejo de órganos y tejidos, si no es en realidad más que lo que es en apariencia, tiene mucho sentido que el bien degenere en bienestar y su felicidad en un mórbido confort. La misión del político, contra la tesis de Platón, consistiría en custodiar la prosperidad en caso de que ésta ya se haya alcanzado o en procurarla en caso de que aún no. Si la cumple, su mandato será legítimo; si la incumple, no merecerá sino la deposición. Apenas se considerarán otros méritos porque la economía, los datos, las estadísticas constituyen la medida de todas las cosas.

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