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DESDE OGIGIA

Los esclavos felices

«Por raro que parezca, la verdadera tendencia occidental (ciñéndome al concepto de Occidente que incluye a Japón, pionero en esto) es la de hurtarle la esencia a todas las actividades humanas, empezando por las más divertidas, como el sexo. Y por esa vía alcanzar la utopía –que siempre es distopía– del hombre imperturbable»

CARBAJO
Juan Carlos Girauta

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Me disponía a escribir sobre algo serio, dudaba entre la 'ley trans' y la brevedad de la vida, cuando he reparado en la pieza de Javier Ansorena sobre la moda neoyorquina de salir de bares sin beber alcohol. Siendo abstemio, reconozco que la gracia en ... las juergas la ponen los que pimplan. Me he imaginado las fiestas del futuro, pues todo lo que es 'trendy' en la ciudad que nunca duerme acaba imponiéndose. He vislumbrado botellones de Fanta con nada. He visto las terrazas de los sábados tan animadas como las reuniones de Alcohólicos Anónimos que se ven en las películas americanas. Y me he dicho que no, que no puede ser. Y luego he pensado que sí, que, por raro que parezca, la verdadera tendencia occidental (ciñéndome al concepto de Occidente que incluye a Japón, pionero en esto) es la de hurtarle la esencia a todas las actividades humanas, empezando por las más divertidas, como el sexo. Y por esa vía alcanzar la utopía –que siempre es distopía– del hombre imperturbable. Los budistas y los seguidores de Demócrito estarán encantados, pero una vida sin pasiones no es una vida, no te engañes.

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