Lo quieren todo

Sin olvidar tampoco garantías para que el proceso se cumpla de punta a punta y pedir «mediadores» del mismo, que no especificó aunque es fácil imaginar en quiénes piensa.

Como regalo al resto de los españoles nos animó a pedir los menos para completar la España plurinacional que busca. Dijo que no se trataba de exigencias, sino de un esquema de las negociaciones, aunque advirtió de que, de no alcanzarse, no se lograría el «pacto histórico» que busca con el gobierno que sea, aunque la oferta iba dirigida claramente a Pedro Sánchez.

Como ven, son las viejas reivindicaciones nacionalistas recalentadas, olvidando las diferencias entre ellos y las que puede haber entre el PSOE y Podemos, que ya se ha quejado de haber sido olvidado en la constitución de la Mesa del Congreso, pese a ser el núcleo fundador de la extrema izquierda, demostrando que no hay peor cuña que la de la misma madera.

La reacción en lo que podemos llamar oposición, PP y Vox, ha sido la predecible. Núñez Feijóo ya reprochó a Sánchez que permitiera a una de las vicepresidentas de su gobierno en funciones desplazarse a Bruselas para «explorar todas las soluciones al conflicto catalán», sabiendo que era con un fugitivo de la Justicia española y que todas esas 'soluciones' también violaban un artículo u otro de la Constitución o alguna sentencia de los altos tribunales.

Ahora puede acusarle de mantenerla en el gobierno sabiendo que esas soluciones son anticonstitucionales. Y aunque Yolanda Díaz alega que también se indultó a los condenados por el intento de golpe y se rebajaron los delitos de sedición y malversación, los delitos por los que ahora se le culpa son mucho más graves y siguen siendo delitos.

La claque gubernamental que se ha cansado de anunciar el intento fallido de Feijóo se encuentra con el posible fallo de Sánchez debido al independentista más fiero. A eso le llaman justicia poética.