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el contrapunto

Sánchez trata de salvar la poltrona

En manos de PP y Vox está la obligación de impedírselo entendiéndose sin demora a fin de armar una alternativa

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Pablo delira de rabia (22/5/2023)

Isabel San Sebastián

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El gran trilero de la política española ha reaccionado a la paliza recibida en las urnas con una maniobra perfectamente calculada cuyo propósito es tratar de salvar la poltrona. Porque eso, y no otra cosa, persigue la convocatoria de elecciones anticipadas en plena canícula veraniega, ... contraviniendo los más elementales usos democráticos respetados desde la Transición. La disolución de las Cortes no tiene nada de noble. Carece de la menor grandeza y es lo opuesto a un reconocimiento de culpa. Pedro Sánchez no asume «en primera persona» los resultados de los comicios, tal como ha declarado faltando una vez más a la verdad, porque en caso de hacerlo habría aprovechado su comparecencia para comunicar su dimisión, como hizo en su día Alfredo Pérez Rubalcaba tras otra derrota histórica, o en todo caso su renuncia a concurrir a la reelección el próximo 23 de julio. Lo que pretende el presidente del Gobierno es precisamente lo contrario. Él se aferra al cargo con toda la fuerza de su desmedida ambición e intentará conservarlo planteando esas elecciones como un plebiscito a vida o muerte entre el progresismo maltrecho y la ultraderecha victoriosa; una alternativa diabólica que obligará a los remisos a elegir entre el mal menor, encarnado por su persona, y el mal absoluto representado por el PP y Vox. A ello se dedica ya en cuerpo y alma la nutrida batería mediática al servicio del sanchismo, encabezada por un Tezanos que debería ser procesado por malversación de caudales públicos.

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