visto y no visto
La firma flexible de Sánchez
La 'firma flexible' de Sánchez la inventó Cebrián en febrero del 1974
Aquí no paga nadie
España como problema
El patrimonio de un periodista, te decían en la Facultad, es su firma, pero nadie te aclaraba dónde: y no era en el periódico, sino en el Banco. «¿Es conocida su firma en el Banco?», preguntó el bancario a Wenceslao Fernández Flórez, que quería ... cobrar su cheque por la colaboración en ABC. «La modestia me impide contestar, señor mío», acertó a decir el periodista. «Digo si es conocida su firma en la casa», aclaró el bancario. «¡Hombre!», replicó el periodista un poco amoscado. «No digamos que soy una celebridad, pero por ahí delante ya hay alguna gente que conoce mi firma. ¡En esta casa, en esta casa! ¡Yo qué sé! Pero ¿no existe aquí nadie que lea el ABC entre tanto hombre?»
España anda hoy a expensas de la firma de Sánchez en el folio de la cumbre de la Otan, que nos puede costar más cara que las cinco firmas juntas que se conservan de Shakespeare. ¿Firmó o no firmó Sánchez ese folio? Si firmó, ¿a qué viene el mosqueo de Trump? Y si no firmó… Bueno, si no firmó, como españolejos estamos perdidos.
«Si se quiere saber», dice Rudolf von Ihering, cómo una Nación defenderá en un caso dado sus derechos políticos y su rango internacional, basta saber cómo el individuo defiende su derecho personal en la vida privada.
En España la justicia no emana del pueblo, lo cual es una tontería, sino de la ley, pero la ley la hace Bolaños, el Hamilton de Aluche, aunque luego lleve la firma de Sánchez, la misma que ahora tiene en jaque a la triada nuclear de la Otan. Mas la ventaja de vivir en un Régimen de juglares y bufones es que uno de ellos ha tenido a bien descifrarnos el misterio de la firma de Sánchez. Su nombre, Fortes, el Dan Rather de Pontevedra, locutor de CBS famoso por un informe escrito en Word (¡el 'Worperfe' de la señora del socialista Espadas!), pero cuando Word todavía no se había inventado; el informe 'demostraba' que Bush, a base de enchufes, había eludido el servicio militar en la Guardia Nacional, y la CBS prescindió de los servicios de Rather.
—Sale Trump –explica Fortes–, viene aquí y le dice a su vasallo Rutte que todos tienen que firmar. Hay uno que no firmó. Bueno, no había escapatoria: firmar o no firmar, y Sánchez decidió no firmar. Bueno firmó con una flexibilidad que le permite salirse.
En juglar o en bufón, esto es periodismo glorioso, comparable a la explicación de Cebrián para firmar como jefe de informativos de Arias Navarro en la TVE. Rosón le presentó a la firma una carta de adhesión al franquismo, y el elegido pidió tiempo, pero no lo había.
—Mirando interiormente para otro lado, tomé el papel y estampé mi rúbrica allí mismo. Regresé a mi casa con un nudo en el estómago, sabedor de que había cometido una equivocación. No sólo por firmar la carta, sino por aceptar finalmente el puesto.
La 'firma flexible' de Sánchez la inventó Cebrián en la cafetería de un hotel el 27 de febrero de 1974.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete