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UNA RAYA EN EL AGUA

La sugestión narcisista del misterio

Este amago de dimisión en suspenso no lo esperaba nadie. Y nadie parece en condiciones de adivinar su alcance

El Estado menguante

Ignacio Camacho

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No hay más remedio que reconocer la imprevisibilidad de Pedro Sánchez. Lo cual no es necesariamente una virtud en un gobernante encargado en teoría de procurar a la nación un rumbo estable. Pero su capacidad de sorpresa está fuera de cuestión, aunque de hecho sea ... su única y paradójica cualidad reconocible en medio de una larga trayectoria de piruetas y virajes. Es probable que se sienta satisfecho de haber puesto patas arriba el Madrid del poder por la tarde de un día que había empezado en el Congreso con la habitual exhibición de arrogancia y desplante. Admitámoslo sin reparos: ese amago de dimisión en suspenso no lo esperaba nadie. Y nadie, salvo si acaso su círculo más estrecho de susurradores de confianza, está en condiciones de adivinar su alcance. Así que habrá que especular sobre hipótesis virtuales.

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