Editorial
Sin planes para afrontar el ciclo de sequía severa
Poco o nada hemos aprendido de las grandes sequías de finales del siglo pasado

El ciclo de sequía severa que se ha abierto en toda Europa debe obligar a Bruselas a planear con urgencia una estrategia que garantice el agua, elemento básico para cada individuo y para cada sociedad en su conjunto. Esta intervención de Bruselas se antoja imprescindible después de que en España el Ministerio para la Transición Ecológica y el resto los departamentos relacionados hayan pasado de puntillas sobre un asunto capital, que ya en primavera se veía muy claro (anticipado por los meteorólogos) y que causa alarma en países muchos menos secos que España. Aquí, no se ha convocado ni a la Mesa del Agua ni a los colectivos más afectados por este problema pese a que se ha convertido en estructural. Poco o nada hemos aprendido de las grandes sequías de finales del siglo pasado. Por ejemplo, se demonizaron los trasvases por parte de la izquierda y ahora volveremos a echarlos en falta. Se optó por las desaladoras, más caras y contaminantes. Pero lo más grave es que no hay un plan.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete