editorial

Chile renuncia a las utopías constituyentes

Los dos fracasos sucesivos evidencian que más allá de las utopías que cada ideología pueda soñar, un acuerdo constituyente es algo muy difícil de alcanzar

La Constitución chilena dictada por Pinochet en 1980 y modificada por el socialdemócrata Lagos en 2005 se mantendrá vigente en el país. El pueblo chileno ha vuelto a rechazar, a través de un referéndum, un proyecto promovido por la Comisión Constituyente. Si en septiembre de ... 2022 el texto descartado emanaba de la izquierda y contenía postulados de influencia indigenista, el proyecto que ahora se desecha partía de presupuestos eminentemente conservadores.

Este fracaso devolverá la agenda política chilena a los asuntos tangibles que verdaderamente preocupan a la ciudadanía, como es, por ejemplo, la creciente inseguridad en las calles. Los dos fracasos sucesivos evidencian que más allá de las utopías que cada ideología pueda soñar, un acuerdo constituyente es algo muy difícil de alcanzar. Sustituir la Constitución fue una de las promesas estrella de Gabriel Boric, un dirigente al que la realidad le ha acabado obligando a defender como mal menor la Constitución ideada por Pinochet.

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