Otro pinganillo para Íñigo

«Es un error pensar que la agenda social y la agenda plurinacional compiten. Por historia, por compartir el mismo adversario, por acumulación de fuerzas y por razones democráticas, sólo caminan juntas. Y en eso estamos. Va a ser la clave de esta legislatura que comienza», ha escrito. Prueben a entrar en un bar a ver qué entienden las señoras de café con leche y risas de amigas cuando escuchen la frase.

Traduzcamos, sin pinganillo en el Congreso. Que dice Iñigo que las élites extractivas, o sea, algunos de los forrados 'peneuvistas' de Neguri, Getxo o Las Arenas, comparten agenda social con ellos. Parte de la burguesía catalana del 3% también. Si el resto de los españoles les eximimos de impuestos que pagamos los demás, si les dotamos de mayor financiación, jamás será a costa de la agenda social de otros, mantiene Errejón. Que lo explique en ese bar de polígono andaluz, a un puñado de autónomos, hablando la última lengua cooficial inventada: «tomadura de pelo con aires intelectuales». Intriga pensar cómo consiguen vender la mercancía. Pero lo han hecho. Lograr que pase por agenda social el chantaje de nacionalistas conservadores de niños en colegio internacional tiene su mérito.

Como es rápido en captar modas, hace unos meses confesó en una revista que iba a terapia, salió del armario, eso dijo, de la salud mental, que ahora no eres nadie si no te vienes abajo de vez en cuando. Cómo hablará sentado en el diván. ¿Se relajará o soltará términos hegemónicos y comprometidos? ¿Admitirá que le angustia la impostura?

«La hegemonía se mueve en la tensión entre el núcleo irradiador y la seducción de los sectores aliados laterales. Afirmación-apertura». 2015, en errejoniano. Verano de 2023: «Está chupao venderse a los indepes condenados y procesados, retorcer las palabras y pasar por luchadores por la igualdad y la diversidad». Traducción sin Chat Gpt. Que cuela.