Suscribete a
ABC Premium

Los trabajos de Rajoy

CUESTA trabajo contener la risa si, con los ojos cerrados, se consigue imaginar a Mariano Rajoy como más le conviene al líder del PP en estos momentos de tribulación. Le estoy viendo de la misma manera que Francisco de Zurbarán retrató a Hércules en el ... difícil trance de acabar con la hidra de Lerma. ¡Magnífico, Rajoy! Barbudo, musculoso y decidido, blandiendo una clava mortífera como un maestro del béisbol manejaría el bate y sin más vestiduras que un prudente taparrabos. Frente a él, tremenda, la hidra que, a juzgar por el tercio que ya conocemos del sumario del «caso Gürtel», tiene muchas más cabezas, y cabecitas, que las siete de la mitológica. Por cierto, ¿quién será el oscuro auxiliar que se coloca a las espaldas de Hércules-Rajoy y le ilumina con la tenue llama de una tea? Dado que parece varón y recio hay que descartar a las integrantes del gineceo rajoyano y, por más razones que esa, a Ana Mato. Tampoco parece tratarse de Esteban González Pons, que tiene más luces que el modelo de Zurbarán. Quizá sea Pedro Arriola, lo peor de la herencia aznarí que recibió Rajoy y que, gran predicador del quietismo laico, es el inductor de la torpe estrategia popular, la que consigue que sea el partido de la gaviota el que se debilite por cuenta de los errores y la contumacia de José Luis Rodríguez Zapatero.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia