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Gabriel Albiac

La secta

Gabriel Albiac

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París. Era la primavera de 1936. Dos hombres deambulan por la plaza del Odeón. El más joven sueña aún con salvar al más viejo. Pero el cuadragenario ruso no quiere ser salvado. André Malraux, a los aún no 35 años, es el escritor de moda ... en Francia. Nikolai Ivánovich Bujarin ha tenido, a sus 48, la vida de aventuras y poder más colmada que un revolucionario haya podido soñar nunca. El francés ha hecho venir a París al ruso, con la coartada de unas conferencias. Nadie en Moscú se atrevería a hacerle un feo al influyente «compañeros de viaje»; ni siquiera Stalin. No es la primera vez que Malraux tercia por sus amigos rusos; un año antes, había conseguido el permiso de viaje para Pasternak, que regresó a Moscú, naturalmente. Pero el envite ahora era distinto.

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