en primera fila
Por eso no estamos en Aukus
Si la Unión Europea tiene problemas para defender sus fronteras ¿cómo va a meterse a frenar a China en el Indopacífico?
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Iniciar sesiónCuando Estados Unidos anunció la creación de Aukus junto a Australia y Reino Unido, muchas voces en España se alzaron indignadas y ofendidas porque consideraban que la Unión Europea había sido ninguneada, y solo Emmanuel Macron -y por la canallada que le hicieron con el ... contrato de los submarinos- ponía pie en pared. Pero las tremendas imágenes que estamos viendo estos días en la frontera entre Polonia y Bielorrusia responden gráficamente a las preguntas de por qué Estados Unidos no se molestó en contar con Bruselas para Aukus y por qué el Ejecutivo comunitario no intentó entrar después en ese acuerdo.
Por mucho que nos cueste admitirlo, la Unión tiene serias dificultades para defender sus fronteras frente al ataque de un tercer país. Lo estamos viendo ahora, lo vimos el pasado mes de mayo con el ataque de Marruecos a Ceuta o en febrero de 2020 cuando Turquía hizo lo mismo con Grecia. Y si los europeos no somos capaces de asegurar la defensa de nuestro propio continente ¿cómo vamos a dedicar recursos a un territorio tan lejano como el Indopacífico y para frenar nada más y nada menos que la expansión de China?. Para más inri, con esas imágenes de la frontera comunitaria asaltada cada dos por tres por una marabunta de inmigrantes ¿quién va a considerarnos un aliado indispensable en materia de seguridad?
Si Europa quiere ganar relevancia en materia de geoestrategia tiene que empezar por dotarse de una robusta estrategia de defensa. Dejar la protección exterior en manos de la OTAN y Estados Unidos ha podido resultar muy cómodo pero ha acabado implicando renunciar a defenderse por sí misma. Essta opción quizás no era disparatada antes pero ahora se ha convertido en una vía agotada a la vista de las tensiones militares crecientes entre Estados Unidos y China, y el infame uso de inmigrantes como arma de chantaje a Europa. Mientras la Unión no dé pasos para asumir más autonomía en materia de defensa y seguridad, seguirá dependiendo de terceros, teniendo problemas para proteger sus fronteras y nadie pensará en ella como un aliado a tener en cuenta.
La pregunta es simple ¿quiere la Unión poder defender su propio continente? Si la respuesta es positiva no tiene más remedio que elevar su presupuesto de seguridad y hacerlo, además, sin perder mucho tiempo porque una mayor potencia militar no se consigue ni por arte de magia ni de un día para otro. Si la respuesta es negativa o no se quiere elevar la inversión en defensa, Europa seguirá careciendo de algo tan básico como un sistema de protección de las fronteras exteriores, fuerzas especiales de intervención rápida capaces de asegurar un aeropuerto en Afganistán o la puesta en común de inteligencia e investigación en defensa. Y, por supuesto, seguirán sin llamarle para otros Aukus que puedan firmarse en el futuro.
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