PERDIGONES DE PLATA
Quiero creer
Pese a mis inquietudes, ninguna extravagancia de nuevas seudoreligiones que nos invaden alimenta mi ramplona existencia
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Iniciar sesiónLo paranormal, lo sobrenatural, lo extrasensorial, la new age, las clarividencias, las milongas cósmicas, los chakras, los mantras, las trapisondas siderales, el más allá… Quiero creer, de verdad, en los dogmas de las nuevas religiones para sentir que formo parte del grupo. Y lo intento. ... Y persevero empleando métodos rudimentarios basados en la mera observación. Deseo sentir la fe del converso tras una experiencia inolvidable y así poder narrarlo en las etílicas charlas de sobremesa. Pero no hay manera.
Cuando hablan de la poderosa 'energía' que acumula nuestro cuerpo me atrapa el deseo de enroscar una bombilla contra mi retambufa, a ver si alumbra por la fusión y así ahorro luz. Y la de de horas nocturnas que he perdido en mi terraza observando la bóveda celestial para descubrir la señal de un ovni. Pero nunca superé el parpadeo de un avión o el relámpago de una tormenta al acecho. Marchando hacia villas cercanas para disfrutar de fiestas patronales, un escalofrío electrocutaba mi espinazo ante cada curva. ¿Se agazaparía allí la famosa niña de la curva ? Pero ni niña ni niño ni niñe. Y no se imaginan la ilusión que me embargó cuando aparecieron unas manchas foscas enfangando la pared del salón. Las chequeaba desde diversos ángulos esperando encontrar siluetas fantasmagóricas, un narigudo perfil alienígena, unos rostros acaso marcados por la mueca del grito psicofónico. Anhelaba tanto repetir una jugada capaz de superar el mito de las caras de Bélmez … Pero el fontanero, maldito hijo de la Ilustración, aseguró que eran manchas de humedad fruto de la vulgar fuga de una tubería devastada por los años. Qué mal. Pese a mis inquietudes y mi excelente disposición, pese a mantener mis sentidos prestos, ninguna extravagancia de nuevas seudoreligiones que nos invaden alimenta mi ramplona existencia. De todas formas, aunque quiero abrazar la nueva religión paranormal, sideral o lo que prefieran, me temo que sigo siendo feo, católico y sentimental. Y por suerte, pues uno ya está acostumbrado.
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