Suscribete a
ABC Premium

Luis Ventoso

Pacifismo en guerra

Sánchez, que sopesó abolir Defensa, exige que nos sumemos a una coalición que aún no existe

DESDE la lucha contra el nazismo, Estados Unidos ha sido siempre quien le ha sacado las castañas del fuego a Occidente y ha preservado sus libertades. Pero ahora el patrullero mundial que nos hacía el trabajo sucio ha decidido permanecer acantonado en su comisaría y ... los europeos corremos como pollos sin cabeza, incapaces de cerrar una estrategia firme e inmediata contra un terrorismo psicótico que florece a solo tres horas de avión de Roma. Obama, un cantamañanas en Oriente Medio, proclama con sus gastados trucos oratorios que hay que acabar con Estado Islámico, pero no impulsa una acción decidida. Al fin y al cabo, es el presidente que firmó la atolondrada retirada de Irak, simiente del caos actual, y además sabe que las arcas estadounidenses ya no dan para ejercer la gendarmería mundial. En 2003, George Bush aterrizó en el portaaviones Abraham Lincoln disfrazado de piloto para proclamar la victoria en Irak. Hoy el avispero está más agitado que nunca, tras una intervención que costó a Estados Unidos 816.000 millones de dólares (a los que hay que sumar 490.000 de la campaña de Afganistán). Guerras a crédito, con intereses que pesan como una losa, que ni la primera potencia puede asumir.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia