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Desde Ogigia

Qué pasa con Zapatero

Dos días ha tardado Bruselas en desmentirle para denunciar lo obvio, pero tal es la fe de Zapatero en la bondad del régimen de Maduro, tanta su convicción de que defiende una causa justa, que no repara en formar pareja de baile con Monedero para danzar sobre las tumbas de las víctimas de la represión. Tumbas por miles y tortura, Zapatero

Juan Carlos Girauta

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Lo que pasa, de entrada, es que a Zapatero le pierde el retruécano de barra de bar progre. Cuando mandaba y ridiculizaba a España allende los mares gustaba de figuras retóricas que olían a azufre. No he olvidado cómo giró las palabras de Jesús creyéndose ... un Marx que da la vuelta al calcetín de Hegel. Recuerden: «No es la verdad la que os hará libres sino la libertad la que os hará verdaderos». Ya sé que no quiere decir nada, de otro modo no sería suyo, pero equivale a invertir un crucifijo, ya saben. A veces saltaba a la performance, como cuando se vendó la mano derecha para poder darle la izquierda al Papa. Si comulgáramos con esas salidas de niño pesadito, o de guionista de La Sexta, ultimaríamos el párrafo ‘ipso facto’ con algún juego de palabras que combinara ‘presidió’ y ‘presidio’. Sírvase, Mr. Chance.

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