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Una raya en el agua

El tambor del autobombo

Hay que cambiar el decreto de alarma ya. Ahora mismo. Mientras quede alguna opción de evitar el confinamiento íntegro

Ignacio Camacho

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Ante una crecida del contagio como la presente, que ha batido ya el sobrecogedor récord diario de la primavera, la única alternativa al confinamiento general y rígido es… el confinamiento parcial y menos estricto. Es decir, cuarentenas limitadas por comarcas o municipios con medidas de ... restricción de movilidad en espacios y horarios específicos. El segundo encierro total, aunque es la opción que proponen bastantes expertos, ofrece el riesgo de prolongarse más tiempo del previsto y acabar así de abatir a los sectores productivos que aún no se han hundido. Antes de esa baza tajante, ultima ratio en caso de colapso crítico, es menester agotar el margen de ajuste fino modulado con criterios más precisos. Pero ese método exige que el Gobierno modifique el actual decreto de alarma y dote a las autonomías de instrumentos jurídicos para intervenir sobre el terreno según la evolución de la incidencia del virus. Y hay que hacerlo ya. No mañana ni dentro de dos semanas: ahora mismo. Por encima de cualquier conveniencia particular o prejuicio político. Mientras quede alguna posibilidad de evitar el cierre íntegro que para muchas empresas, negocios y personas constituiría el golpe definitivo.

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