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Contad si son catorce y está hecho

El Madrid siempre vuelve, como un cometa en órbita, a la cita con la memoria de su tradición victoriosa

Manuel Marín: «La rutina de la fabada»

Ignacio Camacho

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En el principio fue París. Aquella lejana final contra el Stade Reims en el Parque de los Príncipes, hoy casa del PSG, abrió –remontada incluida—el libro aún inconcluso de una leyenda. Y en París, ahora en un Saint Denis multiétnico donde reposan los restos ... de varios reyes de Francia, ha quedado escrita otra página histórica de la epopeya del monarca futbolístico de Europa. No demasiado lejos de Bondy, el suburbio donde creció un chico talentoso que ha preferido el dinero a la gloria. El Madrid siempre vuelve. La suya es una cita eterna con su propia memoria, un ciclo de retorno periódico, como el de un cometa, a la órbita de su tradición victoriosa.

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