Garzón contra Bárcenas
Las evidencias sobre las similitudes de izquierda y derecha frente a las tentaciones de la corrupción y del delito son abrumadoras, los procesos judiciales abiertos estos momentos, por ejemplo. De ahí la cara de idiotas que dibujan inmediatamente quienes pretenden trazar una diferencia, como el ... PSOE estos días con Gürtel.
Lo que es más dudoso es que tal diferencia no exista en la reacción ante la corrupción y el delito. Y lo digo por los bochornosos contrastes observados en las últimas horas en el tratamiento progresista del caso Garzón y del caso Bárcenas. Fascinantes contrastes, a su vez, teniendo en cuenta que Garzón, el juez que se va a sentar en el banquillo por presunto prevaricador, es el mismo juez que instruyó el caso Bárcenas y el que consiguió enviarlo al Supremo, tras ímprobos esfuerzos dadas las reiteradas reticencias de la Fiscalía que no acababa de ver los indicios de delito.
Dice la progresía en las últimas horas que lo que le ocurre a Garzón es acoso, persecución por haber instruido la Gürtel, venganza de la derecha, conspiración ultraderechista y unas cuantas cosas más. Y menos mal que Varela es de Jueces para la Democracia y no ha habido forma de encuadrarlo en la ultraderecha, aunque lo han intentado. Hasta el ministro de Justicia ha hablado, pidiendo explicaciones al PP por la Gürtel y, sin embargo, confiando en la presunción de inocencia de Garzón a quien se ha abstenido de pedir explicaciones.
Dice la progresía de Bárcenas que lo suyo, en cambio, es decir, la instrucción de Garzón, las valoraciones de la policía de Rubalcaba, es delito probado, constatación de la corrupción masiva del PP, que se vaya del Senado, que dimita de todo, que le quiten el despacho, que Rajoy pida perdón. Lo más curioso es que la derecha no dice nada. También se le ha dibujado cara de idiota, por otros motivos.
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