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Ignacio Camacho

El Rey frente al nihilismo

La Corona no va a entrar en el debate del veredicto electoral ni tiene margen de ingeniería interpretativa para hacerlo

IGNACIO CAMACHO

La primera noticia del discurso real de Nochebuena no estuvo en que el Jefe del Estado pidiese, con énfasis y reiteración, un diálogo político generoso de miras. Esa es su única función posible en el marco constitucional, máxime tras unas elecciones de resultado borroso o ... indeciso. Tampoco en la omisión relativa de la corrupción a veinte días del probable juicio a su hermana. No; lo que más llamaba la atención en la charla del Palacio fue el largo exordio sobre las virtudes de un país que parece haber dejado de apreciarse a sí mismo, como si renegase de su proyecto histórico. El éxito del relato nihilista de la crisis ha mermado tanto la autoestima nacional que, durante un buen rato, Felipe VI pareció actualizar el adagio de Dürrenmatt sobre la tristeza de unos tiempos en que es menester luchar por lo evidente: el Rey de España hablando bien de España.

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