Veredictos sobre la crisis del PP

Y esas consecuencias también se proyectan en la encuesta de GAD3 sobre las causas de la crisis. Llaman la atención las diferencias de opinión entre los encuestados que se declaran votantes del PP y los que votan a otros partidos. La decantación de los primeros por la figura de Isabel Díaz Ayuso es contundente en las principales opiniones sobre el enfrentamiento con la dirección popular. La gran mayoría de los votantes del PP -coincidentes con los de Vox- creen que las acusaciones contra Díaz Ayuso no estaban justificadas y que sus explicaciones sobre las relaciones de su hermano con la Comunidad de Madrid fueron convincentes. Tampoco tienen duda en el veredicto contra Casado por la responsabilidad de la crisis del partido y en apoyar con porcentajes inapelables las dimisiones de Teodoro García Egea y del aún presidente popular.

Diluidas estas opiniones en las del resto de encuestados, las respuestas se equilibran sustancialmente por efecto de la animadversión de la izquierda hacia Díaz Ayuso y del descarte de Pablo Casado como líder de los populares, aunque este dato no debería llevar a la presidenta madrileña a relajarse en la transparencia y la información sobre las relaciones comerciales de la Comunidad de Madrid con aquellas empresas a las que su hermano dio asesoramiento. Los encuestados distinguen entre acusaciones y explicaciones, y si bien consideran, por poco margen frente a quienes opinan lo contrario, que las acusaciones contra Díaz Ayuso estaban poco o nada justificadas, son mayoría los que creen que las explicaciones de la presidenta madrileña no son convincentes. Esta percepción de los encuestados revela un discernimiento entre acusar y explicar muy importante y que los políticos actuales deberían interiorizar. Tomar la iniciativa, adelantarse a los acontecimientos y atajar el empeoramiento de las crisis debería ser un mandamiento para todo responsable público fácil de cumplir con transparencia e información.

El futuro del PP también está claro para sus votantes, que apoyan con una mayoría inequívoca (86 por ciento) la celebración de un congreso extraordinario que elija al nuevo presidente del partido. En esta elección, la mitad opta por Núñez Feijóo frente al 36 por ciento que apoya a Díaz Ayuso para un puesto del que ella misma se ha descartado. Son datos que demuestran que la crisis del PP ha sido profunda y muy grave, pero también que sus dirigentes han evitado su enquistamiento y han dado una esperanza para su recomposición, bajo el liderazgo de Núñez Feijóo -en el que el presidente gallego tiene que trabajar a fondo- y el empuje decisivo de líderes territoriales como Díaz Ayuso y Juan Manuel Moreno. Nunca fue tan claro aquello de que toda crisis es siempre una oportunidad.