Con un 99,3 por ciento de empresas de pequeño y mediano tamaño, cuyas plantillas no superan los cincuenta trabajadores, la extrema fragmentación del tejido productivo de España lo hace especialmente vulnerable a una crisis de las dimensiones y el recorrido de la provocada por ... el Covid. Las grandes compañías utilizan desde hace meses su potencia para plantear proyectos de renovación y situarse en cabeza del pelotón que espera la llegada y el reparto de unas ayudas europeas que, sin embargo, han de tener como prioridad la supervivencia y el desarrollo de nuestras pymes, base de la economía nacional y el empleo. Con el precedente de la mala gestión y el desaprovechamiento de cualquier fondo procedente de Bruselas, la opacidad, cuando no el retraso, con que el Gobierno y sus expertos planifican la distribución de este maná comunitario multiplica la incertidumbre y abona el desánimo de un inmenso sector que desde hace meses pide ayuda en desigualdad de condiciones.
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