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David Gistau

Ciudad abierta

Un lirismo aún canta a la «ciudad abierta» de Barcelona mientras es vapuleado cualquiera que aparezca por ahí simbolizando a España

David Gistau

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Resulta fascinante la reorientación política del odio al culpable, lo maleable que es una horda militante: se le da a oler una camiseta y deposita el odio en ese olor. Igual que, durante el 11-M, el odio fue reorientado a Aznar, hasta el punto ... de que los terroristas carecían de público cuando fueron expuestos en la urna transparente del juicio como en una jaula moderna, el odio del 17-A ha sido reorientado hacia personajes aún más inverosímiles, como el Rey o España. Hasta el wasabi se ha llevado lo suyo, de forma que nos va a costar volver a comer sushi sin sentirnos cómplices del mal y sin temer que la salsa nos esté envenenando de prédica yihadista. Volvamos al cazón adobado, que sólo incita a decir olé.

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