Europa y la Inteligencia Artificial

Es imprescindible poner en marcha una decidida recuperación económica y el Gobierno de España, en línea con sus socios europeos, tiene claro que esa recuperación pasa por una transformación digital de la economía. Y en ese camino la IA supone la mayor de las oportunidades de desarrollo futuro y, por tanto, un desafío que debemos afrontar.

La pandemia ha hecho evidente que la tecnología no es una cuestión de futuro, sino una necesidad de presente. Afrontamos un reto que requiere la apuesta decidida por crear una economía realmente digital, con el desarrollo de la IA como punta de lanza. Y para eso es necesario intensificar los esfuerzos de cooperación comunitaria, ya que resulta fundamental establecer vías de colaboración de cara a fortalecer nuestra competitividad y eficiencia en este ámbito. El objetivo es ahondar en la eliminación de barreras y regulaciones excesivas en beneficio del potencial que este sector ofrece para reconversión de la economía y el tejido productivo de países como España.

Es por ello que los responsables de la transformación digital y la innovación y el desarrollo de tecnologías de IA de los Gobiernos de varios países europeos requerimos a Bruselas acciones concretas que enfaticen la necesidad de dar forma a un enfoque verdaderamente europeo del sector. A través de un documento enviado a la Comisión Europea, firmado por los ministros encargados de la gestión de esta área de 14 países miembros -incluido el nuestro-, instamos a las instituciones comunitarias a redoblar los esfuerzos para que la UE se convierta en la primera región del mundo con un catálogo de reglas específico para la IA.

Consideramos que en caso de materializarse este movimiento se estaría consolidando un paso decisivo para la cohesión en el desarrollo de la IA a nivel comunitario, con el objetivo principal de crear un marco común donde la IA confiable y centrada en el ser humano vaya de la mano con la innovación, el crecimiento económico y la competitividad. Una apuesta decidida por situar a la UE en una posición privilegiada a nivel para el cual resulta imprescindible alcanzar un adecuado equilibrio en la gestión de riesgos, a fin de que innovación y confianza se identifiquen como las dos caras de una misma moneda.

En ese aspecto el enfoque humano es fundamental. Las tecnologías disruptivas como la IA ofrecen innumerables beneficios, pero también es evidente que plantean retos que se deben abordar de forma decidida. A los desafíos tecnológicos y normativos se añaden también los éticos y sociales: debemos ser capaces de dotarnos de una IA que encaje con los principios y valores de nuestra sociedad, poniendo los derechos de la ciudadanía en el centro del despliegue de una tecnología sensible que requiere de un entorno seguro y confiable. Pero debemos hacerlo sin plantear frenos innecesarios a la innovación. Teniendo eso en cuenta, consideramos que este futuro marco europeo debería tener como objetivo la creación de un mercado realmente único para la IA, así como la elaboración de una estrategia que evite la fragmentación que suponen los distintos regímenes regulatorios nacionales a través de un enfoque coordinado. Además, consideramos fundamental la consolidación de un marco adecuado para fomentar el desarrollo transfronterizo y permitir uso y armonización de las herramientas eficientes disponibles.

El mercado único favorable a la innovación en tecnología de IA permitirá a las empresas de la UE incrementar su productividad y crecimiento con el fin de escalar posiciones en la escala de competencia a nivel global. Una carrera tecnológica mundial para la que es imprescindible el refuerzo de ecosistemas de confianza y excelencia interrelacionados a nivel comunitario. Sólo a través de una estrategia que evalúe la legislación europea en materia de IA e identifique conjuntamente las posibles deficiencias y riesgos asociados a este tipo de tecnologías, lograremos encaminar el desarrollo de este sector clave. El objetivo debe ser una posición de competitividad desde la protección de los valores y derechos fundamentales.

Es, por tanto, el momento de trabajar en un enfoque verdaderamente europeo. Los retos del futuro necesitan ser abordados en el presente. Tenemos la oportunidad de tomar la iniciativa en esta área e inspirar y competir a nivel mundial para que la IA proteja y empodere a nuestros conciudadanos, respalde la innovación y contribuya activamente a la mejora de las condiciones de vida en nuestras sociedades. El futuro no espera, y nosotros tampoco debemos hacerlo.

=================================================

Carme Artigas Brugal es secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial