Suscribete a
ABC Premium

La argentinización

Las malas elecciones políticas pueden atrofiar a los países

Luis Ventoso

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Como casi todos los gallegos tengo un primo que emigró a Argentina. Salió de la aldea de mis abuelos maternos en los años cuarenta del siglo pasado y le fue bien: llegó a Buenos Aires con una maleta de cartón y, merced a su esfuerzo ... y picardía, acabó siendo dueño de una empresita de autobuses. Como la morriña tira, desde que juntó dinero empezó a volar a Galicia cada verano. Al principio el contraste le resultaba desfavorable. Mucho mejor Argentina. Pero en el curso de su vida adulta ocurrió lo inesperado: en aquel país del que había escapado por pobre empezó a vivirse mejor que en El Dorado americano a donde había emigrado. Hoy, Argentina ocupa el puesto 89 del mundo en PIB per capita. España, el 16.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia