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Aquí radio Madrid

Eugenio Fontán fue el primero que se atrevió en la radio a negarse a la obligatoria conexión con el dictatorial Parte de RNE

Antonio Burgos

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No sé si a usted le pasa igual: estoy ya hasta la barretina de tanto separatista catalán . A los que, por cierto, muy cobardemente, incluso los que defienden la Constitución no se atreven a llamarlos por este nombre, y les dicen «secesionistas», que ... me suena más a emancipación virreinal («Hispaniarum et Indiarum Rex») que a su tenaz intento de romper la unidad nacional. Y más harto andaré todavía si ocurre, como se anuncia cuando escribo, que Puigdemont en persona acuda al Senado. Ea, ya sabemos para qué sirve el Senado: para que el separatista Puigdemont se limpie en sus cortinas. No sé si llegará a ocurrir tal bajada de pantalones, que me parece como si, una vez levantados del «¡al suelo todo el mundo!», Tejero hubiera sido invitado por el Congreso a explicar su golpe de Estado. Tan golpista me parece el uno como el otro. Con la diferencia de que a Don Juan Carlos I se lo puso Tejero mucho más fácil que Puigdemont a Don Felipe VI para que la Corona, en su supremo papel arbitral, asegurara el mantenimiento del orden constitucional.

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