Monturque utiliza una técnica pionera de drones con infrarrojos para la localización de fosas comunes

Y es que, por primera vez, se ha realizado esta búsqueda sobrevolando el terreno con drones que permiten una rápida inspección tanto del suelo como del subsuelo . El encargado de hacerlo ha sido Luis Alvial, experto en georradar y director técnico de la empresa Falcon High Techdudan .

Según Alvial en el primero de los drones que ha sobrevolado la finca se han usado sensores remotos multiespectrales e infrarrojos gracias a la suma de dos potentes cámaras que captan las imágenes. De este modo se escanea toda la parcela sospechosa de albergar la fosa. Después entra en juego otro dron más pequeño que hace fotogrametría. Alvial lo denomina ‘nube de puntos’ que terminarán por conformar una topografía aérea.

Gracias a esta técnica se pueden detectar señales que indiquen manipulación mecánica o manual no sólo del suelo sino también del subsuelo.

Luego de esta primera y tecnológica aproximación habrá que verificarla con l a geofísica terrestre por medio de georradar y por un sondeo forense o antropológico sobre el propio terreno.

Es el mismo instrumental de carácter tecnológico que se está usando para la búsqueda de víctimas de un crimen. Y, en este caso, estamos ante una situación similar ya que «buscamos posibles cadáveres enterrados en una fosa común». La novedad en este caso radica en que nunca antes se había comenzado a localizar las fosas empezando por esta inspección aérea . Siempre el trabajo de campo sobre el suelo había sido el arranque de las investigaciones.

La actuación con drones está promovida por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar , Aremehisa. Se encuadra dentro de un proyecto de localización y exhumación que se iniciará la semana que viene tanto en la Casilla de Cubero como en el pago conocido como la Estacada de los Muertos. En total suponen casi 30.000 metros cuadrados de extensión.

El proyecto que se inicia ahora está promovido por el Ayuntamiento de Monturque y la Federación Española de Municipios y Provincias . Hay constancia de que en estas fosas se fusilaron personas procedentes de Carcabuey, Doña Mencía, Luque y Cabra. Estará a cargo de la empresa Arataspi bajo la dirección de la arqueóloga Virginia Barea ayudada por un equipo de historiadores, arqueólogos y antropólogos forenses.

No es la primera vez que se investiga en esta finca situada en el margen izquierdo de la carretera N-331 entre Monturque y Lucena. Ya en 2017 la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de la localidad promovieron la búsqueda de, al menos, dos fosas comunes de las que existía constancia oral por los testimonios de testigos de la época para ubicarlas en este lugar.

En aquella ocasión los trabajos, dirigidos por el arqueólogo y a ntropólogo Andrés Fernández , culminaron con el hallazgo de siete cuerpos que estaban sepultados después de arrojarlos a una cantera existente en la zona. Al parecer eran presos que habían estado encarcelados en Cabra y que fueron fusilados en agosto de 1936. No obstante aquella investigación quedó incompleta puesto que existe constancia de que, al menos, veinte personas más perdieron la vida en este mismo enclave.