¿Qué función cumplen los desconocidos y valiosos tipos de humedales que alberga el Ártico?

Los humedales del Ártico y subártico son sensibles y vulnerables a los cambios en la hidrología y los niveles de agua, a la perturbación de la frágil vegetación de la superficie, que «origina la erosión progresiva del suelo y la contaminación del agua», y a los vertidos de hidrocarburos, los cuales «tienen un impacto particularmente prolongado y son difíciles de abordar en los inviernos oscuros y con temperaturas extremadamente bajas», explican desde la Convención Ramsar , relativa a los Humedales de Importancia Internacional.

El cambio climático está provocando efectos negativos sobre los humedales: la disminución de la extensión de la banquisa estival, la descongelación del permafrost , el aumento del nivel del mar o la exacerbación de la proliferación de las especies invasoras , entre otros, según la «Evaluación de la Biodiversidad del Ártico» realizada por el Consejo Ártico y la «Evaluación de Impacto Climático en el Ártico». Se trata de unos perjudiciales impactos que están afectando, sobre todo, a dos tipos de ecosistemas: los lagos termocársticos y las turberas.

Como ocurre con la mayoría de los humedales, aún se necesita más información científica para fundamentar las decisiones relativas a la conservación y gestión de los humedales del Ártico y subártico, «dado que los conocimientos al respecto siguen siendo relativamente limitados en la actualidad», se lamentan desde el Convenio.

Hasta finales de 2017 se habían designado de 80 sitios Ramsar en el Ártico y el subártico, abarcando una superficie total de 289.931 kilómetros cuadrados .

Dentro de las amenazas potenciales a las que se enfrentan los humedales desde Ramsar destacan el posible desarrollo futuro en el Ártico y subártico, por ejemplo, mediante un previsible aumento del transporte marítimo , el turismo , una mayor demanda de extracción de recursos naturales y otras actividades industriales. «Los incendios en la naturaleza, que podrían tener efectos negativos sobre los humedales, se han incrementado también en el Ártico y subártico, particularmente en la capa superior desecada de la turba», subrayan los expertos.

La Convención Ramsar animó durante su 13ª reunión, celebrada en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) en octubre, a las Partes Contratantes a intentar velar por que «se dé prioridad a las medidas de restauración» en los humedales del Ártico y el subártico, de modo que se mejore la conectividad entre hábitats , particularmente entre aquellos sitios de importancia para las especies migratorias y lugares con agua dulce en subregiones en las que dicho recurso sea escaso o pueda escasear a escala local debido al cambio climático continuado.

También se alentó a las Partes a velar por que el tamaño de la población de animales domésticos en zonas del Ártico y subártico se mantenga a un nivel que no afecte a las poblaciones de herbívoros silvestres, a fin de que la presión conjunta de ambos grupos no conlleve un riesgo de pastoreo excesivo en los humedales.